Galicia, Extremadura y Castilla y León, las CCAA más vulnerables a los efectos del fuego

El Incendiómetro 2007 de WWF/Adena es un estudio detallado en el que se analiza, por comparación relativa entre las CC.AA, su vulnerabilidad ante el fuego forestal. Sus resultados señalan a Galicia, Extremadura y Castilla y León, por este orden, como las zonas con mayor riesgo del país. Entre las que se presentan como menos vulnerables, en términos relativos, destacan La Rioja, Aragón y Murcia.

Para realizar esta clasificación, WWF/Adena ha analizado diecisiete parámetros que valoran el riesgo asociado al déficit estructural de la gestión del territorio, el riesgo de que se declaren episodios graves de incendios y la eficacia de las políticas aplicadas en los últimos años.

Según señala la organización en este documento, el análisis de los incendios durante los pasados veinte años muestra que, gracias a los esfuerzos invertidos en extinción en la última década, se ha reducido la superficie media afectada en un 13,4%. Sin embargo, señala que se ha experimentado un aumento de un 16,4% en el número de siniestros, a lo que se añade que se ha incrementado igualmente el impacto de los Grandes Incendios Forestales, que ahora queman casi un 10% más de superficie cada año.

Por otra parte, las conclusiones de los expertos de WWF/Adena apuntan a que la gestión forestal es en la actualidad la gran asignatura pendiente de nuestros montes. De hecho, menos del 13% de la superficie forestal cuenta con un plan de gestión en vigor, a pesar de ser esto una demanda de la Ley de Montes.

Cabe recodar que los incendios son la principal amenaza de las masas forestales españolas. A pesar de los esfuerzos de la sociedad por evitar estas catástrofes, más del 95% de los incendios son causados por el hombre y en un 60% de los casos, provocados de forma intencionada.

Asimismo, cada año se producen en nuestro país más de 21.000 incendios que queman unas 150.000 hectáreas y que generan graves impactos económicos, sociales y ambientales. Una valoración aproximada de los efectos sociales, ambientales y económicos de este problema arroja pérdidas superiores a 1.800 millones de euros al año.

Para mejorar la situación actual, WWF/Adena apunta tres direcciones hacia las que han de moverse las líneas políticas de las distintas Administraciones responsables: De un lado, al incremento de la inversión en gestión forestal para darle valor a los productos y servicios del monte. De otro, a la eficiencia de los recursos destinados a la investigación de causas, identificación de responsables y aplicación de sanciones. Por último, a la reducción del uso del fuego como herramienta habitual de prácticas agrícolas y ganaderas, invirtiendo en sensibilización y capacitación del medio rural.

Según Félix Romero, Responsable del Programa de Bosques de WWF/Adena: «Además de demandar esfuerzos políticos, debemos ser conscientes de que el 95% de los incendios tienen nombre y apellidos. Por ello, la prioridad del conjunto de la sociedad española debe ser reducir el número creciente de estos siniestros, evitando el uso del fuego en el campo en la época seca y colaborando con los agentes de la autoridad en la identificación de los culpables.»

WWF/Adena

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