El consejero de Obras Públicas de Castilla-La Mancha, Alejandro Gil, ha reiterado en la reunión del Consejo Nacional del Agua, que el borrador de Plan Nacional de Regadíos del Ejecutivo central tiene un carácter discriminatorio para Castilla-La Mancha, tanto en lo relativo a transformación de nuevos regadíos como en modernización de los ya existentes.
En este sentido versa, precisamente, la alegación presentada por el Gobierno regional al documento presentado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y de la que ha dado cuenta Gil en el transcurso del encuentro, celebrado hoy en Madrid, en el que se estudian las 55 alegaciones presentadas al borrador de PNR a fin de elaborar el dictamen definitivo que el Consejo Nacional del Agua debe elevar al Gobierno central para su definitiva aprobación vía Real Decreto.
El titular de Obras Públicas y representante de Castilla-La Mancha en éste órgano ha querido, también, mostrar su desacuerdo con el contenido de la alegación presentada por la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) en la que este sindicato de regantes solicita la supresión de las más de 6.000 nuevas hectáreas de regadío del Canal de Albacete que, para una primera fase, contempla el actual documento.
A juicio de Gil, la justificación que aporta la USUJ para oponerse en este punto al PNR es que no existe agua suficiente para cubrir esta superficie regable, cuando el propio Plan Hidrológico del Júcar establece todo lo contrario.
Para el máximo responsable del agua en la región, la actitud de este colectivo de usuarios del Júcar demuestra que sigue enquistado en la época de Jaime I, creyendo que el río es de su propiedad.
Un Plan insuficiente para la región
En el transcurso de la reunión celebrada por el Consejo Nacional del Agua para estudiar las alegaciones presentadas al borrador de PNR, Gil ha insistido en que éste resulta insuficiente para Castilla-La Mancha, tanto en lo que se refiere a nuevos regadíos como a la modernización de los existentes. Así, ha recordado que en relación con la transformación de regadíos, el documento del MAPA contempla 28.000 nuevas hectáreas de superficie regable para la región en 10 años, una cifra que se aleja mucho de la reserva de agua que recogen los planes hidrológicos para transformar 150.000 nuevas hectáreas en 20 años.
Respecto a la modernización de los actuales regadíos, en opinión del titular de Obras Públicas, habida cuenta de los riegos deficitarios de nuestra región, este documento resulta insuficiente en el número de hectáreas que contempla para Castilla-La Mancha y en la dotación económica que aportaría como media por cada una de ellas, ya que asignará 355.000 pesetas por hectárea cuando la media española ronda las 450.000 pesetas.
Pese a todo, Gil ha manifestado que siempre es mejor un mal Plan insuficiente que un Plan que no existe. Así, para mejorar el PNR, el consejero ha propuesto al Consejo Nacional del Agua que éste sea flexible para poder incorporar nuevas inversiones a las ya estipuladas, en función de los resultados y la demanda, de tal manera que existiese la posibilidad de anexar hectáreas de regadío que, por distintas razones, no hubieran sido transformadas por la Comunidad Autónoma titular de los mismos.
JCCM