La aplicación de la revisión intermedia de la Política Agrícola Común, también denominada “chequeo médico” ha supuesto que, para esta anualidad 2010, las ayudas comunitarias a la renta que los ganaderos de ovino han venido recibiendo en función del número de animales, pasen a desacoplarse completamente de la producción, integrándose en el Pago Único. Este cambio, ha sugerido en el último año, cierto nivel de incertidumbre sobre sus efectos en la cabaña de ovino/caprino, dadas las dificultades estructurales por las que ha atravesado el sector en los últimos años.
Dichas dificultades, se acentuaron en los años 2007 y 2008 a raíz del alza del precio de los cereales. Fue en ese momento cuando, a petición del sector, por parte tanto del Ministerio del ramo como del Departamento de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón, se diseñaron una batería de medidas destinadas a la reestructuración de las explotaciones hacía una competitividad que les permitiera superar el desafío actual de los mercados. Se aprovechó para ello, la oportunidad derivada de la aplicación del referido “chequeo médico” de la PAC.
Así pues, en Aragón, la nueva política de apoyo al sector del ovino se estructura entorno a tres ejes que afectan a los diferentes eslabones de la cadena alimentaria, que va desde el campo hasta la mesa del consumidor.
El primer eje tiene como objeto la reducción de costes en la explotación ganadera. Para ello, se han puesto en marcha tres actuaciones. La primera, con financiación Estatal y Autonómica, se marca como objetivo el favorecer el pastoreo y las razas autóctonas que, por su especial adaptación al medio, presentan una mejor eficiencia productiva. La segunda, se centra en la ampliación de los beneficiarios acogidos a las medidas agroambientales del Programa de Desarrollo Rural de Aragón, cuyo objetivo es la preservación de nuestro medio ambiente y paisajes tradicionales en los que el ovino, juega un papel determinante. La tercera actuación, ligada al denominado “artículo 68” del chequeo médico de la PAC, pretende compensar las desventajas específicas de este tipo de explotación extensiva, a través de la constitución de agrupaciones de productores que puedan desarrollar medidas de reducción de costes de producción como, por ejemplo, la dotación de servicios comunes y de sustitución como son el pastoreo o el esquileo entre otros. El total económico destinado para este primer eje, alcanza los 9,7 millones de euros anuales.
El segundo eje, se centra en la fase de transformación y comercialización del producto. El objetivo pasa por fomentar una integración vertical del sector, de manera que los ganaderos puedan beneficiarse de un valor añadido mayor de sus productos, participando en su transformación y comercialización. Para ello se apoya la constitución e inversiones de entidades asociativas de ganaderos que transformen y comercialicen el producto concentrando la oferta. En este eje, el importe total de ayuda anual alcanza los 1,3 millones de euros.
Finalmente, el tercer eje, se centra en la promoción y diferenciación comercial del producto ante el consumidor, por la vía de la calidad. Se fomenta, en este caso, la producción y transformación siguiendo pliegos de calidad exigentes y certificados por entidades independientes, que den al consumidor una absoluta seguridad de calidad y trazabilidad producto. El ejemplo más significativo, lo constituye la Indicación Geográfica Protegida Ternasco de Aragón. El importe de financiación pública anual supone en este eje 0,6 millones de euros.
Así, el nuevo plan de reestructuración alcanza en Aragón la cifra total de 11,6 millones de euros anuales, que los ganaderos que han optado por reorientar sus explotaciones en base a las políticas descritas, podrán percibir a partir de la presente anualidad 2010.
Estas ayudas son adicionales a los aproximadamente 50 millones de euros anuales de fondos europeos que recibe el sector, integrados en el pago único, y a los 4 millones de fomento de prácticas agroambientales incluidos en el Programa de Desarrollo Rural de Aragón, con anterioridad a la puesta en marcha de estas nuevas políticas de apoyo.
El resultado de la aplicación de estas medidas en 2010, ha permitido frenar en buena parte la caída de censos y explotaciones que se venían produciendo en las últimas campañas. Así, el número de explotaciones se ha reducido el último año un 3,7 %, situándose la cifra en 4.070. Entre el año 2009 y 2008 la bajada del número de explotaciones alcanzó el 6,2 %. Por lo que respecta a censos, la caída en el presente año respecto de 2009, se ha situado también en el 3,7 %, frente al 8,3 % del año precedente.
En definitiva, y pese a las dificultades derivadas de la situación económica general, el sector del ovino aragonés está efectuando un esfuerzo muy destacable de reestructuración y de mejora de su competitividad en los mercados, modernizando sus estructuras productivas y de comercialización, que fijan cada vez mayor valor añadido en el territorio, y apostando por una política de productos de alta calidad que los diferencie ante el consumidor, incrementando el nivel de consumo de este tipo de carne tan tradicional de Aragón.
Gobierno Aragón