Fuente junta de Castilla-La Mancha
La consejera de Agricultura, Mercedes Gómez, se mostró el pasado jueves, en Ciudad Real convencida de que el Plan Especial del Alto Guadiana que se aprobará próximamente conseguirá aunar las necesidades agrícolas y medioambientales de la zona y abogó por los cultivos que permitan reducir el consumo de agua para riegos.
Gómez, que repasó las actuaciones de su Consejería en la provincia durante 2006, recordó que la remolacha que se producía hasta hace bien poco en Ciudad Real consume más de nueve mil metros cúbicos por hectárea y que cultivos que aún persisten como la alfalfa o el maíz consumen alrededor de ocho mil metros cúbicos.
Frente a estas necesidades de agua tan elevadas, la consejera contrapuso las de los pistacheros o del viñedo en espaldera, entre mil y mil quinientos metros cúbicos,o las de los ajos, las cebollas, las berenjenas o los melones, que precisan entre novecientos o mil doscientos metros cúbicos por hectárea, y las aún menores de los denominados cultivos energéticos, y señaló que, además del ahorro de agua, se reduce también de forma notable el consumo de electricidad necesario para impulsarla desde el subsuelo.
Para Mercedes Gómez, la introducción de estos cultivos en la cuenca alta del Guadiana supondrá un paso más en el “uso racional” del agua que ya vienen practicando nuestros agricultores y señaló que “el 92% de los regadíos de nuestra Región tienen instalado el riego por goteo”.
La consejera indicó que los titulares de explotaciones agrícolas son los primeros interesados en ahorrar agua, como pone de manifiesto la insistencia con que demandaron el sistema de información por satélite para adaptar riegos a las necesidades de los cultivos y las inversiones que realizan para instalar sistemas eficientes de riego. Sólo el año pasado, los agricultores de Castilla-La Mancha invirtieron 53 millones de euros en la modernización de regadíos, inversiones que les reportaron ayudas por valor de 23 millones.
La responsable de Agricultura expresó que estas ayudas son un ejemplo del apoyo indiscutible que el Gobierno de Castilla-La Mancha presta a los agricultores y ganaderos de nuestra Comunidad Autónoma y proclamó que el objetivo básico de su departamento es dignificar la situación de estos profesionales, mejorar su calidad de vida, elevar su renta y respaldarlos en los momentos difíciles.
Para ello, la Consejería dispuso el año pasado de 1.160 millones de euros de los que el 93% se destinó directamente a pagos y subvenciones a los titulares de las explotaciones agropecuarias de la región a razón de veinte millones de euros diarios. Una tercera parte de este presupuesto tuvo como destino la provincia de Ciudad Real.
Una parte importante de este presupuesto, 366 millones de euros, se desembolso de una vez mediante el denominado pago único que entró en vigor el año pasado para ciento once mil agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha. Mercedes Gómez se mostró especialmente satisfecha, porque el pago se hizo efectivo antes de que acabara el año tal y como se había comprometido el Gobierno regional, y recordó que somos la única comunidad autónoma que ha conseguido abonar estas ayudas seis meses antes de que expire el plazo para transferirlas.
Dentro de este apartado de ayudas a los agricultores y ganaderos, la consejera citó los dieciocho millones de euros abonados el año pasado en concepto de ayudas a la incorporación a la empresa agraria, que han beneficiado a 454 jóvenes de la región, doce millones para seguros agrarios, casi dieciocho millones para la modernización de explotaciones agropecuarias y los más de 3,2 millones de euros de subvenciones concedidas en virtud del plan de recuperación del olivar; el 80% de esta cantidad ha sido percibida por titulares de explotaciones de la provincia de Ciudad Real.
Por último, Gómez refirió las ayudas concedidas al sector vitivinícola y recordó que el año pasado la Consejería concedió ayudas por valor de más de doscientos millones de euros para la modernización de bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha, cantidad a la que hay que añadir otros ochenta y dos millones de euroscorrespondientes a los planes de reestructuración del viñedo.
En cuanto a las ayudas para la modernización de las industrias agroalimentarias, las concedidas el año pasado superaron los cien millones de euros, de tal forma que la subvención media rondó el 24% sobre la inversión realizada. Dentro de este capítulo, la consejera de Agricultura destacó el impulso que han recibido nuestras denominaciones de calidad, a las que se han incorporado el pago vitícola “Dehesa del Carrizal” y la denominación de origen “Aceite de la Alcarria”.
Por lo que respecta a la OCM del vino, la consejera de Agricultura puso de manifiesto el papel protagonista que ha tenido Castilla-La Mancha a la hora de articular la posición española de rechazo al borrador que propuso por la Comisión Europea. Gómez recordó la visita de la comisaria de Agricultura a nuestra región, su intervención ante el Parlamento Europeo y los dictámenes favorables a la posición de Castilla-La Mancha emitidos por la eurocámara y por el Consejo Económico y Social y el Consejo Consultivo europeos y señaló que este año habrá que seguir insistiendo para conseguir una reforma favorable a nuestros intereses.
En este sentido, la consejera reiteró la posición del Gobierno de Castilla-La Mancha contraria al arranque de viñas y advirtió que el objetivo final de la UE es reducir la producción de vino, por lo que las subvenciones al arranque serán para los propietarios de explotaciones vitícolas de alto rendimiento, que no es precisamente el caso de los viñedos de Castilla-La Mancha.
Junta de Castilla-La Mancha