Grandes esperanzas en el arroz C4

“El desarrollo del arroz C4 y de otras variedades similares nos parece un hecho positivo y recomendamos vivamente a los Estados miembros y la comunidad de donantes que den todo su apoyo a la investigación centrada en mejorar la eficacia fotosintética de la planta de arroz” señaló el Secretario de la Comisión Internacional del Arroz, Nguu Nguyen.

Nguyen hacía referencia a los recientes informes sobre un importante esfuerzo científico internacional para mejorar la eficacia de la planta de arroz, lo que para los expertos supone convertir el arroz de una planta C3 a otra C4, indicando la “C” la cantidad de carbono que se captura durante el proceso de la fotosíntesis y que sirve para el crecimiento.

Cuanta más energía solar pueda capturar una planta de arroz de forma eficaz, más rendimiento tendrá, según Nguyen. “Necesitamos afrontar el desafío de alimentar a una población mundial que puede alcanzar 8 300 millones de personas en 2030, con una demanda de arroz de 771 millones de toneladas”, explicó.

Un enorme desafío

Para poder atender este aumento de la demanda para 2030, la producción mundial de arroz -que fue en 2005 de 618 millones de toneladas-, deberá incrementarse en cerca de 153 millones de toneladas. “Se trata de un enorme desafío, ya que la tierra y el agua necesarios para el cultivo de arroz son recursos que continúan disminuyendo como resultado de la urbanización y la industrialización”, aseguró Nguyen.

La producción sostenible de arroz requiere un importante aumento del rendimiento por hectárea.

El arroz C4 tiene el potencial de superar el rendimiento de las mejores variedades e híbridos de arroz existentes entre un 15 y 20 por ciento. Sin embargo, pasarán algunos años antes de que las variedades C4 puedan estar disponibles. Y en su momento habrá que asegurarse que son inocuas para el consumo humano y animal y para el medio ambiente”, insistió Nguyen.

Preocupación por la bioseguridad

La realización con éxito del mapa del genoma del arroz en 2002 abrió nuevas oportunidades en el manejo de los recursos genéticos para intentar conseguir una nueva generación de variedades de arroz con mayor rendimiento potencial y mayor resistencia a las presiones bióticas y abióticas, una calidad de grano superior y con una mayor eficiencia en el uso del agua.

Los avances en la biotecnología del arroz, sin embargo, han generado igualmente nuevas preocupaciones sobre la bioseguridad, la conservación de la diversidad genética del arroz, los derechos de propiedad intelectual y de acceso. En este sentido, la Comisión Internacional del Arroz cree necesario que se tomen medidas urgentes a nivel nacional para asegurarse que las innovaciones benefician a la población local y no conllevan costes a largo plazo para el medio ambiente.

FAO

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