Remitido por ASAJA:
Ante la proximidad de las celebraciones navideñas se pone de manifiesto, un año mas, el tremendo desfase en las cotizaciones de algunas producciones agrícolas y en general de todas las ganaderas que alcanzan en esta época del año diferencias realmente escandalosas.
Desde el pasado mes de octubre los precios del cordero en origen vienen sufriendo importantes recortes y en las últimas tres semanas, mas cerca ya de las fechas navideñas, han registrado incluso un descenso del 10 por ciento. Según los datos facilitados por el propio ministerio de Agricultura, el precio pagado al ganadero por un kilo de cordero Pascual 1ª, ya en el mes de diciembre, es de 5,13 euros, mientras que el precio al consumidor está en los 9,38 euros.
De todos es conocido que los precios más altos que registra la carne de cordero se alcanzan precisamente en estas fechas donde el consumidor llega a pagar hasta un 30 por ciento mas de su valor, con la grave repercusión que esto tiene en el IPC y de la que los ganaderos no tienen responsabilidad alguna.
Al grave problema del encarecimiento desmesurado del precio final debemos añadir además el hecho de que al mercado nacional llega un porcentaje muy significativo de carne de cordero importado de terceros países (Reino Unido, Argentina e incluso Nueva Zelanda), generalmente de menor calidad y que se comercializa sin estar correctamente identificado, por lo que “pasa” por cordero nacional, con el perjuicio económico que eso supone para el ganadero y el engaño que implica para el consumidor.
No obstante, el ejemplo más escandaloso de desfase de precios origen-destino al que asistimos en estos momentos se da en productos como la clementina y la naranja navel que, en plena campaña de comercialización, registran precios prácticamente hundidos en origen y el diferencial con el precio de venta al público llega casi al 1.000 por ciento.
En opinión de ASAJA con estos datos se pone de manifiesto, una vez mas, el grave problema que aqueja a la comercialización de productos agrarios, y la nula voluntad del Gobierno por atajar el asunto de los desproporcionados márgenes comerciales. El tan anunciado impulso del Observatorio de Precios del Alimentos, cuya misión es difundir los precios de la alimentación tanto en origen como en destino, hasta ahora solo ha servido para constatar oficialmente una realidad que los productores agrarios venimos denunciando durante años, sin que hasta el momento sepamos que mas tienen previsto hacer los máximos responsables del ministerio de Agricultura, la ministra Elena Espinosa y el Secretario General de Agricultura, Fernando Moraleda.
ASAJA