Greenpeace demanda la investigación de la empresa propietaria del buque apresado en la Antártida

El conocido buque pirata Arvisa I, ha sido arrestado nuevamente en aguas subantárticas francesas por pescar ilegalmente merluza negra en las inmediaciones de las Islas Kerguelen. El buque, esta vez bajo el nombre de Eternal y abanderado en las Antillas Holandesas, fue arrestado el pasado 6 de julio por la armada francesa después de una persecución de 12 horas a cargo del buque pesquero australiano Southern Champion . La armada francesa informó de que el buque trató de embestirlo durante el arresto.

El historial de pesca ilegal de este buque es largo y notorio, tras haber cambiado al menos tres veces de nombre y de bandera. En septiembre de 1999 fue arrestado bajo el nombre de Camouco, con bandera panameña mientras pescaba ilegalmente en las Islas Krozet, con 8 toneladas de merluza negra a bordo. En aquel momento, durante el proceso legal se rebeló que las propietarias eran dos compañías españolas: Pesquera Melón, e Iminal Armadores.

Hace unas semanas el departamento de comercio de Estados Unidos confiscó 33 toneladas de merluza negra que habían sido obtenidas ilegalmente en aguas subantárticas por el Arvisa I, esta vez bajo bandera uruguaya, según informó el Gobierno de Australia. La carga estaba valorada en 275.000 dólares.

"La situación de la merluza negra es catastrófica. La pesca pirata está llevando a la pesquería de merluza negra al borde del colapso", -declara Sebastián Losada, responsable de campañas de Greenpeace España- "El problema es tal que entre la mitad y dos tercios de la merluza negra comercializada en el mundo pueden provenir de la pesca ilegal. Además, miles de albatros y petreles mueren todos los años al quedar atrapados en los palangres de estos pesqueros que actúan completamente al margen de cualquier regulación".

El Gobierno español puso en práctica el Documento de Certificación de las Capturas para esta especie (CDS, según sus siglas en inglés) y se comprometió a no aceptar importaciones de merluza negra si no se acompañan por su correspondiente CDS.

"Es imprescindible que el Gobierno español investigue a las empresas que están detrás de los barcos piratas y que actúe en consecuencia contra éstas", -añadió Losada- "No se puede tolerar que estos buques cambien de nombre y de bandera a su antojo, burlando a las autoridades, devastando el medio ambiente marino y sin ningún tipo de obligación en cuanto a las condiciones laborales de sus marineros, mientras, ante la pasividad de las autoridades, sus propietarios quedan a salvo en sus despachos de toda acción legal ".

Greenpeace

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