Greenpeace denuncia el aumento de la pesca pirata en la Antártida

Gobiernos de todo el mundo tienen esta semana, durante la celebración de la 20ª reunión de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR en sus siglas inglesas) que se está celebrando en Australia, una importante oportunidad para actuar contra la pesca ilegal que tiene lugar en la Antártida.

La pesca ilegal de bacalao de profundidad (Dissostichus eleginoides), también conocido en los mercados como róbalo de profundidad, es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta el delicado ecosistema antártico. A pesar de los esfuerzos de CCAMLR para acabar con la pesca pirata, este tipo de actividades continúan aumentando.

El Gobierno español, presente en la reunión de este organismo pesquero internacional, ha presentado la resolución más positiva a este respecto, en la que propone la creación de una lista de países de "banderas de conveniencia" sobre cuyos barcos se ejercerá un control portuario mucho más férreo, así como sobre los ciudadanos que se vean envueltos en estas actividades ilegales.

No hay que olvidar que a lo largo de estos años, han sido muchos los barcos con capital español y bandera de conveniencia detectados en la Antártida implicados en actividades de pesca ilegal: el Mila, el Camouco, el Amur, el Monte Cofurco, el South Tomi, el Castor (anteriormente Salvora) y el Grand Prince.

"Tenemos todas nuestras esperanzas puestas en que el resto de los Gobiernos presentes en la reunión apoyen esta propuesta, que permitirá a los países que ejercen sus responsabilidades como estado de bandera actuar contra aquellos otros que están minando los esfuerzos internacionales para acabar con la pesca ilegal" declaró Mª José Caballero, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.

Esta resolución es un paso muy positivo de cara a la próxima presidencia española de la Unión Europea. Greenpeace confía en que durante el próximo semestre, el Gobierno español comience a aplicar con mayor rigor todos aquellos aspectos relacionados con la pesca ilegal presentes en la legislación española que imposibiliten todas las actividades de pesca ilegal relacionadas con España, como el cierre de los puertos a los barcos con bandera de conveniencia, el cierre de los mercados a sus capturas y la persecución de aquellos armadores españoles propietarios de estos barcos piratas.

Como respuesta al problema de la pesca pirata, CCAMLR puso en marcha el marcha el denominado sistema de documentación de capturas, donde se recogen todos los datos referentes a la localización exacta de las capturas. Los datos sobre el comercio de bacalao de profundidad muestran que dicho sistema no está funcionando adecuadamente y que el pescado capturado ilegalmente sigue llegando a los mercados. Es ahora, en esta reunión, cuando los 23 gobiernos allí presentes pueden acabar con este agujero legal mediante un acuerdo que obligue a todos los barcos a llevar un sistema de seguimiento vía satélite a prueba de manipulaciones que asegure la comprobación de sus posiciones de forma independiente.

Son numerosos los casos en los que se sospecha de la veracidad de los datos facilitados por los capitanes de barcos pesqueros a CCAMLR sobre el origen real de sus capturas.

"De no llegarse a un acuerdo, este sistema sólo documentará la continuada destrucción del amenazado bacalao de profundidad en lugar de hacer algo real para evitar su desaparición. Esta medida ha resultado insuficiente y es necesario seguir avanzando en la lucha contra la pesca pirata" añadió Mª José Caballero, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.

Durante el pasado año, Francia detectó 11 barcos pesqueros piratas pescando en sus aguas alrededor de varias islas sub-antárticas y seis embarcaciones más en el límite de su territorio. Cinco barcos fueron arrestados por Francia y Australia, entre los que se encuentran el Salvora y el Grand Prince que fueron perseguidos y capturados en el Océano Austral por Greenpeace en los últimos años. En ambos había intereses españoles a bordo. El capitán del Grand Prince acaba de regresar a España tras pasar una larga temporada detenido en Australia acusado de pesca pirata.

Los países miembros de CCAMLR están reabanderando barcos piratas y recompensándoles con permisos pesqueros. Un ejemplo es el barco Arvisa 1, conocido anteriormente como Camouco (tanto el armador como el capitán eran españoles) y capturado por Francia cuando pesca ilegalmente. Ha sido reabanderado por Uruguay, país miembro de CCAMLR y continúa pescando bacalao de profundidad. Este barco estaba en el momento del naufragio del Amur, también de capital español, en aguas francesas el año pasado.

Greenpeace hace un llamamiento a CCAMLR para que acuerde una moratoria sobre la pesca del bacalao de profundidad y una prohibición sobre su comercio hasta que:

– los barcos piratas se encuentren bajo control;
– datos científicos adecuados prueben de forma fehaciente que los bancos de pesca pueden aguantar la presión pesquera comercial a la que están sometidos, y
– se creen normas sobre el comercio y mecanismos de refuerzo que prevengan las actividades de pesca ilegal.

Greenpeace

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