Greenpeace valora muy negativamente el plan energético que previsiblemente se discutirá este viernes en el Consejo de Ministros, ya que el Gobierno plantea la construcción de decenas de nuevas centrales térmicas. Estas centrales añadirán 18 millones de toneladas de CO2 netas al año a la atmósfera, desde ahora hasta 2010, con lo que el sector eléctrico habrá aumentado sus emisiones en un 58% respecto a 1990, haciendo imposible el cumplimiento del Protocolo de Kioto (que obliga a España a no superar el 15% de aumento).
“Es lamentable que el Gobierno se pliegue a las prisas y exigencias de las compañías eléctricas con un Plan energético que agrava enormemente nuestra contribución al cambio climático y permite que siga creciendo el derroche energético"- declaró Juan López de Uralde, Director Ejecutivo de Greenpeace- “Hemos ratificado el Protocolo de Kioto y, para cumplirlo, debemos plantear un futuro energético que permita reducir nuestras emisiones sustituyendo los combustibles fósiles y energía nuclear por medidas de eficiencia energética y energías renovables.”
En dicho plan no se han incluido medidas de Ahorro, Eficiencia y Gestión de la Demanda, a pesar de que la Comisión Europea, en el Programa Europeo de Cambio Climático, ha demostrado que estas medidas permitirían a la Unión Europea reducir sus emisiones el 16%, el DOBLE de lo comprometido en el Protocolo de Kioto.
“El Plan Energético tiene muy poca credibilidad y está abocado al fracaso, pues se elabora sobre hipótesis inconsistentes como un crecimiento económico sostenido y un precio del petróleo estable toda la década. Además no propone nada para evitar la pérdida de eficiencia energética que venimos sufriendo (el consumo de energía primaria ha crecido en los últimos 10 años un 36,5% mientras en ese mismo período el PIB ha crecido un 29,5%).”, declaró Emilio Rull, responsable de energía y cambio climático de Greenpeace.
El 22 de mayo de 2002 Greenpeace compareció en el Congreso de los Diputados para explicar su rechazo a este plan presentado por el Gobierno y propuso 30 medidas concretas para lograr un plan energético que permitiese un desarrollo sostenible. En el mismo sentido, el pasado 3 de septiembre la organización ecologista exponía al Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Energía sus críticas y propuestas a dicho plan. Sólo 10 días después, el Gobierno pretende aprobarlo sin haber atendido ninguna de las propuestas realizadas. “Esto demuestra que el interés del Gobierno en promover la participación social es absolutamente nulo”, concluyó Juan López de Uralde.
GreenPeace