Greenpeace denuncia que el Plan Hidrológico Nacional, que se aprobará mañana en el Senado, es contrario a las bases de la Estrategia para un Desarrollo Sostenible propiciada desde la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea.
El PHN llega mañana al Pleno de la Cámara Alta sin que la Comisión de Medio Ambiente del Senado se haya reunido, ni se haya presentado ninguna ponencia y sin que el Partido Popular haya aceptado ninguna enmienda de las presentadas en el Senado.
Precisamente, el Gobierno español ha anunciado la presentación de su Estrategia para un Desarrollo Sostenible para el próximo jueves 21 de junio. Pero según Greenpeace, con un PHN como el que mañana saldrá del Senado, el Gobierno se muestra incapaz de garantizar a corto, medio y largo plazo, la seguridad y calidad de recursos como el agua, y la viabilidad de los ecosistemas españoles (concretamente los ecosistemas acuáticos), faltando así a los principios básicos para un desarrollo sostenible real.
"Humedales, ecosistemas de ribera y especies en grave peligro de extinción como el lince, están directamente amenazadas por el PHN", declara Eva Hernández, responsable de la Campaña de Hábitats de Greenpeace.
Según Hernández "las prácticas agrarias intensivas, identificadas por la Comisión Europea como motor de efectos negativos por la explotación de humedales, acuíferos, y el abuso de pesticidas y agua, seguirán adelante en España. En este caso, favorecidas por un Plan Hidrológico que incentiva el consumo de agua, sin gravarla a un precio real, lo que es completamente contrario al Desarrollo Sostenible".
Greenpeace recuerda que, según la Comisión en su Estrategia para el Desarrollo Sostenible, la escasez y la contaminación del agua se deben a la falta de una acción política de incentivos adecuados para promover un consumo más racional de este recurso. Para Greenpeace, una prueba más de que el PHN es insostenible reside en la nula preocupación del mismo por la calidad de las aguas, pese a que la Comisión haya multado a España en repetidas ocasiones por la mala calidad de las aguas de baño o por la contaminación por nitratos de origen agrícola en las aguas españolas.
La gravedad, dimensión temporal y la irreversibilidad de los impactos ambientales y sociales de la política de aguas impuesta por el PHN sobre hábitats y especies es, según esta organización ecologista, inaceptable hoy, y para las generaciones futuras.
Greenpeace, denuncia que el Plan Hidrológico Nacional vulnera la Directiva Marco de Aguas de la Unión Europea, la Directiva Hábitats de 1992 y la Directiva de Aves de 1979. "Vulnerando estas Directivas con el PHN, España no podrá garantizar de cara a la Unión Europea, ni a las generaciones futuras, la conservación de la biodiversidad de los espacios naturales que formarán parte de la Red Natura 2000, una de las bases de la Estrategia para el Desarrollo Sostenible", añadió Eva Hernández.
Greenpeace