La organización ecologista Greenpeace exige al Gobierno y a las compañías eléctricas medidas urgentes para acabar con el derroche de energía y evitar que sigan batiéndose los registros históricos de demanda eléctrica.
Según Greenpeace, aunque la mayoría de los cortes de luz se han debido a fallos en la red, sigue habiendo presiones interesadas para aumentar la capacidad de generación convencional, ignorando el grave impacto ambiental que ello supondría, mientras se sigue promoviendo descaradamente el despilfarro energético.
Ahora más que nunca hay que poner en marcha medidas de gestión de la demanda y ahorro energético para promover la eficiencia, ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España. Construir más centrales térmicas hará imposible reducir las emisiones de CO2 y cumplir los compromisos internacionales sobre cambio climático.
En España, a diferencia de otros países europeos, sigue aumentado el derroche de energía: entre 1985 y 1998 (datos oficiales de IDAE) en nuestro país se ha incrementado la intensidad energética (energía consumida para producir lo mismo en términos económicos) hasta situarnos en un 14% por encima de la media de la UE, habiendo sido sobrepasados en eficiencia por
Francia y Alemania. Mientras, Greenpeace tiene constancia de la existencia de al menos 47 proyectos de nuevas centrales térmicas, que de entrar en operación podrían emitir unos 106-116 millones de toneladas de CO2 al año, con un presupuesto superior a 1.778.000.000.000 Ptas.
Greenpeace exige que esos presupuestos se dediquen a medidas urgentes de eficiencia energética como:
· Programas de gestión de la demanda que cuenten con financiación estable procedente de las tarifas eléctricas.
· Erradicación de las calefacciones eléctricas y sustitución por sistemas más eficientes. El gas natural debe dedicarse a sistemas de
calefacción y no a nuevas centrales térmicas.
· Subvención pública para la sustitución de los calentadores eléctricos de agua por colectores solares térmicos.
· Sustitución de alumbrado público ineficiente por sistemas eficientes, eliminando toda la energía que se gasta en iluminar hacia el
cielo.
· Sustitución de bombillas incandescentes por fluorescentes compactas en el sector doméstico y de servicios.
· Obligación de instalar equipos solares térmicos para producir el agua caliente sanitaria en todas las nuevas construcciones o reformas de edificios.
· Conversión progresiva de edificios en generadores distribuidos de electricidad, mediante sistemas solares fotovoltaicos.
· Aprobación de la Directiva sobre eficiencia energética en edificios durante al Presidencia española de la Unión Europea.
· Cumplimiento íntegro, como mínimo, de las medidas contenidas en el Plan de Fomento de las Energías Renovables, destinadas a promover las energías renovables y a eliminar las barreras que las frenan.
Greenpeace