Nota de Greenpeace
El pasado 13 de febrero, el juzgado de Falset sobreseía el caso de la mortandad de peces de diciembre de 2001 por falta de pruebas para señalar un culpable concreto. Sin embargo, el juez, en la resolución, anunciaba la apertura de una nueva investigación para determinar si ERCROS está incurriendo en un delito ecológico por vertidos ilegales de mercurio al río. Ante esta resolución, ERCROS solicitó al juzgado el archivo de todas las actuaciones judiciales. El 4 de marzo, Greenpeace presentó un escrito de alegaciones para que el recurso de la empresa ERCROS sea desestimado.
Greenpeace ha solicitado también al juzgado de Falset que determine «si esos vertidos legales o ilegales no lo han sido sólo por parte de Ercros, sino también si se ha producido alguna responsabilidad más, incluso por omisión, de quienes […] no han protegido y mejorado la calidad de vida y defendido y restaurado el medio ambiente, tal y como obliga la Constitución».
«Resulta sorprendente que estando el Ebro tutelado por dos organismos administrativos como la Agencia Catalana del Agua y la Confederación Hidrográfica del Ebro se sigan produciendo vertidos de mercurio con la gravedad que señala la resolución recurrida», declaró José Manuel Marraco, abogado de la asociación ecologista.
La empresa ERCROS, en Flix, comenzó su producción hace más de 100 años y con ello, debido a la permisividad administrativa, la contaminación del río Ebro. La acumulación de mercurio en el fondo de la presa de Ascó supone una constante amenaza de contaminación por mercurio de las aguas superficiales del río, ya que podría disolverse debido a causas climatológicas. El mercurio es un compuesto tremendamente tóxico por ingestión, absorción cutánea e inhalación. Además se bioacumula en los tejidos de los seres vivos y tiende a permanecer en el medio dada su poca capacidad para degradarse.
«Ya no es tiempo de plegarse a las peticiones de la industria contaminante y sí de comenzar a depurar responsabilidades sobre la constante contaminación del Río Ebro y la acumulación de mercurio en el fondo de la presa de Ascó», declaró Sara del Río, responsable de tóxicos de Greenpeace, ‘no se debe seguir permitiendo a ERCROS contaminar el agua a su antojo’
Greenpeace