Greenpeace: ‘La superficie de transgénicos en España se reduce por segundo año consecutivo’

Nota de Greenpeace
A pesar de la enorme superficie que sigue ocupando el maíz transgénico en España, según el Ministerio de Agricultura (MAPA) y por segundo año consecutivo, en 2006 se ha reducido la superficie. En el transcurso de una reunión mantenida recientemente entre el Diretor General de Agricultura del MAPA, el Director de la Oficina Española de Variedades Vegetales, el Director Ejecutivo de Greenpeace y el responsable de la campaña contra los transgénicos, los responsables del MAPA afirmaron que este año se habían sembrado en España 53.000 ha de maíz transgénico (vs las 57.000 ha que estos mismos representantes daban para la campaña 2005).

Según la organizació, el anterior gobierno fue un promotor de los transgénicos ya que España ha sido desde 1998 el único país de la UE cuyo gobierno ha tolerado el cultivo de transgénicos a gran escala. Ahora, a pesar de que el gobierno del PSOE está llevando a cabo una política de OMG (organismos modificados genéticamente) continuista, las cifras permiten auspiciar un futuro más optimista para la salud global del medio ambiente, de la agricultura y de los consumidores.

Sin embargo el Gobierno español sigue sin ofrecer cifras claras resultantes de un análisis detallado de estos peligrosos cultivos. El mismo Ministerio afirma que no dispone de un análisis de las superficies sino que se trata simplemente de las cifras de ventas de semillas de las propias multinacionales del sector (como ejemplo de la falta de coherencia en los datos, en esta semana la multinacional Monsanto ha presentado a los medios en Eslovaquia unas cifras sobre cultivos transgénicos en la UE, entre las cuales destacan para España 53.000 ha en 2005 y 60.000 en 2006, afirmando que se trata de fuentes del MAPA).

El baile de cifras es constante y es el espejo de una realidad inaceptable: decir transgénicos en España es decir falta de transparencia, irregularidades, contaminación e irresponsabilidad. Los responsables citados anteriormente reconocen, por ejemplo, no ser conscientes de que es obligatorio el establecimiento de unos registros públicos de los campos de transgénicos que permitan al conjunto de la ciudadanía conocer la situación de estos cultivos, a pesar de los años que llevan las organizaciones ambientalistas y sociales reclamando la aplicación de la Directiva 18/2001 y de las normas españolas que transponen esta directiva. “La reducción de la superficie de transgénicos no debe hacernos olvidar la dura realidad de que somos el único país de la UE cuyo gobierno tolera el cultivo de transgénicos a gran escala, los constantes episodios de contaminación de campos vecinos y la falta de transparencia de un gobierno que empezó afirmando que cambiarían las cosas pero que reproduce fielmente la línea marcada por el gobierno del PP”, ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgenicos de Greenpeace.

Greenpeace reitera una vez más que el Gobierno español debe cambiar drásticamente su política de transgénicos y prohibir su cultivo en España porque no se dan ni existen las condiciones para garantizar que estos cultivos no tengan efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud. “Por todo ello, el gobierno debe modificar las normas de coexistencia que está gestando, para poder defender el derecho de los agricultores y de los consumidores en lugar de garantizar los ingresos del puñado de multinacionales cuyo único objetivo es ejercer su control sobre la agricultura”.

Greenpeace

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