La semana pasada, se votó una enmienda en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo en la que se cuestionaba la gestión del agua en España. La aprobación de dicha enmienda pone de manifiesto la realidad del Plan Hidrológico Nacional español: se trata de un modelo de gestión del agua incompatible con la protección del Medio Ambiente europeo, que no tiene en cuenta la utilización sostenible de este preciado recurso.
Esta enmienda se enmarca ahora dentro del texto de la resolución que el próximo pleno del Parlamento Europeo debatirá de cara a la Cumbre de Barcelona, dentro de la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible.
«Estamos ante un momento crucial, el Gobierno español debe darse cuenta de que si Europa quiere avanzar hacia un desarrollo sostenible, donde todos sus recursos naturales sean gestionados de modo responsable, el PHN español debe ser totalmente modificado» ha declarado Juan López de Uralde, Director Ejecutivo de Greenpeace España, «Desde Greenpeace demandamos una política de aguas que no se base en la destrucción de nuestros ríos, sino en la utilización eficiente y racional del agua».
La aprobación de la Ley del Plan Hidrológico Nacional estuvo rodeada de una gran polémica y de una movilización social sin precedentes. Justo antes de su aprobación en el Senado, Greenpeace denunció que el PHN era contrario a la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible.
«El Gobierno español, que ostenta actualmente la Presidencia de la Unión Europea, debe asumir las críticas al PHN y elaborar un nuevo Plan en que se trate el agua como un recurso escaso y como tal sea gestionado, donde se premie el ahorro y se castiguen y eliminen las prácticas derrochadoras». «Este es el único camino para no destruir lo que queda de nuestros ríos» añadió López de Uralde, «no podemos olvidar que España cuenta ya con unos 1.200 embalses, lo que le coloca en el tercer país del mundo en proporción de presas y embalses por habitante, y que esto no ha solucionado el problema de la gestión del agua en nuestro país».
Greenpeace