Nota de Greenpeace
Independientemente del éxito de la reunión entre Merkel y Bush, el resto del G8 debe actuar ahora y de forma decidida. Deben acordar nuevos recortes en las emisiones globales de gases de efecto invernadero de un 50% para 2050, comparado con los niveles de 1990, tal y como piden los datos científicos. Merkel ha declarado que este objetivo “no es negociable” y no debe moverse de su posición.
“No hacen falta más reuniones si Bush quiere pactar objetivos para salvar el clima sólo con los países que son “grandes emisores”. Bush debe sencillamente firmar los acuerdos necesarios durante esta semana: reducir a la mitad las emisiones globales para 2050, (comparado con los niveles de 1990)”,- ha declarado Raquel Montón, responsable de cambio climático de Greenpeace.-“El mundo no necesita más palabrerías de Bush; necesita que los países industrializados se comprometan a recortar de forma obligatoria bajo el Protocolo de Kioto.”
Aumentar la presión a nivel nacional e internacional para una verdadera acción contra el cambio climático ha llevado a Bush a reaccionar anunciando su “nueva iniciativa por el clima”, que no es más que una farsa.
Los países del G8 son responsables de más del 80% de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero y siguen emitiendo acerca del 40% de las emisiones totales de CO2 hoy en día. Las emisiones per cápita en el G8 están entre las más altas del mundo, encabezados por EEUU, que emite alrededor de 20 toneladas de CO2 por persona y año.
Greenpeace cree que, como mínimo, el G8 debe llegar a un acuerdo sobre estos temas clave:
* Mantener la subida global de la temperatura muy por debajo de 2 ºC, comparado con los niveles preindustriales.
* Comprometerse a un recorte del 30% de las emisiones para 2020, e incrementar esa disminución a un 80-90% para 2050 (comparado con los niveles de 1990). Alemania se debe comprometer unilateralmente a un recorte de un 40% para 2020, para fundamentar su liderazgo.
* Invitar a que en las negociaciones sobre clima de las Naciones Unidas en diciembre lleguen a un acuerdo para tener un mandato y un calendario formales que aseguren establecer los nuevos recortes de emisiones obligatorios bajo la segunda fase del Protocolo de Kioto al máximo para 2009.
* Llegar a un acuerdo para el fin de la destrucción y la degradación de los bosques primarios para 2010 y para el resto de los ecosistemas forestales para 2020 ya que hasta el 25% de las emisiones de CO2 viene de la deforestación tropical.
Greenpeace pide que los países del G8 no busquen un consenso absoluto en esta reunión. En 2005 los siete países miembros de Kioto prometieron hacer del Protocolo un éxito, esa promesa se vería rota si no consiguiesen preparar el terreno en esta reunión para acordar los recortes obligatorios de emisiones necesarios bajo el Protocolo de Kioto.
En su Escenario de la evolución Energética, Greenpeace ha demostrado que es posible reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta si cambiamos nuestra forma de usar y producir energía. Esto incluye también acabar con las subvenciones al carbón, el peor enemigo del clima.
También en España Greenpeace ha desarrollado un escenario energético para 2050 y ha demostrado que para esa fecha se tener una red eléctrica totalmente abastecida por energías renovables y además de forma económicamente viable.
El lunes en Bali (Indonesia), donde las comunidades pobres serán devastadas si no frenamos el cambio climático, activistas de Greenpeace llevaron a cabo una demostración pacífica fuera de una reunión de la industria del carbón para entregar un mensaje fuerte: “G8 – vuestro carbón – nuestras vidas”.
Greenpeace