Nota de Greenpeace
El grupo ecologista lamenta que el Partido Popular se haya puesto nuevamente la venda delante de los ojos para no ver los problemas de seguridad de Garoña, y votara en contra de esta moción, como ya hiciera en la moción anterior aprobada el pasado 3 de noviembre de 2003.
«Pedimos al Gobierno socialista del Sr. Rodríguez Zapatero que, cumpliendo con su compromiso electoral, inicie su plan de abandono de la energía nuclear con el cierre inmediato de Garoña, dada la falta de seguridad de esta instalación nuclear» -ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace.
La central nuclear de Garoña sufre un grave problema de agrietamiento por corrosión, que afecta a componentes internos de la vasija del reactor, motivo por el cual la seguridad de esta instalación se encuentra seriamente comprometida.
Un informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), del 21 de mayo de 2003, realizado a petición de Greenpeace, pone de manifiesto que el estado de la vasija de Garoña ha empeorado de forma significativa, agravándose la pésima situación en que ya se encontraba.
En dicho informe el CSN reconoce el hallazgo de «nuevos defectos [grietas]» en «lugares inesperados» en las penetraciones de la vasija de Garoña así como el progresivo agravamiento del ya generalizado problema de agrietamiento múltiple que sufren un 70% de estos tubos de la vasija, lo que pone a su vez en evidencia el fracaso de las medidas adoptadas por el CSN y Nuclenor ante este problema.
Las penetraciones son unos tubos de acero que atraviesan la vasija del reactor y a través de los cuales deben introducirse al interior de la vasija las barras de control (cuya importante función es la de parar la reacción nuclear que tiene lugar en el núcleo de uranio). Son las penetraciones, por tanto, elementos fundamentales para la seguridad nuclear, cuya integridad se ve afectada por el problema de agrietamiento por corrosión antes mencionado.
Greenpeace