Para Greenpeace, los principales puntos en los que el Ejecutivo vasco tiene que avanzar y apostar por alternativas sostenibles son: la política de residuos, donde se debería oponer a la incineradora Zubieta y a la ampliación de Zabalgarbi; la lucha contra el cambio climático, para lo que es imprescindible anular la autorización ambiental integrada otorgada a la central térmica de carbón de Pasaia, y el fin de las infraestructuras con gran impacto ambiental, que pasa por descartar el proyecto de puerto exterior de este mismo municipio.
Según la organización ecologista:
* La incineración de residuos es la peor de las soluciones, junto a los vertederos, para la gestión de residuos. Es nociva para la salud y el medio ambiente al ser una importante fuente de contaminación; es el sistema más caro de gestión; destruye recursos naturales, y es la opción que menos empleos genera. Las incineradoras de Zabalgarbi y Zubieta son instalaciones, que no van a resolver la gestión de los residuos sólidos urbanos en Vizcaya y Guipúzcoa, y suponen hipotecar durante décadas la implantación de políticas sostenibles de residuos basadas en la reducción, reutilización y el reciclaje.
* La quema de carbón en centrales térmicas es el máximo exponente de un sistema energético obsoleto que debe ser sustituido, cuanto antes, por energías renovables capaces de frenar el cambio climático y de proporcionar la energía que Euskadi necesita en condiciones de viabilidad técnica y económica. La central térmica de Pasaia contamina tanto como todo el parque móvil de Guipúzcoa y su cierre ha sido solicitado por los Ayuntamientos de Pasaia y Lezo, por las Juntas Generales de Guipúzcoa y por la misma viceconsejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno vasco. Además, Greenpeace considera que la autorización ambiental integrada otorgada a la instalación es nula por haberse omitido trámites esenciales en el procedimiento, razón por la cual interpuso un recurso contencioso-administrativo que está en trámite ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
* La promoción por parte del Gobierno vasco del proyecto de puerto exterior de Pasaia está muy alejada de lo que se sostiene en la Estrategia de Biodiversidad de la CAPV 2009-2014 y no tiene justificación económica alguna, sin alternativa real e inmediata. El Gobierno debe avalar la “Alternativa 0”, es decir, la no construcción del puerto exterior en concordancia con las directivas ambientales europeas y a la luz del decrecimiento económico del tráfico de mercancías mundial.
Desde Greenpeace le piden al Gobierno Vasco que “apueste de forma decidida por políticas ambientalmente sostenibles y por las energías renovables, lo que no sólo beneficiaría a la ciudadanía y al medio ambiente sino que serviría para impulsar la economía y crear empleo”, ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de la organización.
Greenpeace