Greenpeace ha pedido al Gobierno español que decrete una moratoria sobre
la puesta en operación de nuevas centrales térmicas, ante el
desproporcionado número de proyectos presentado por las compañías eléctricas
y la falta de una planificación que permita determinar las necesidades
reales.
Según datos de la organización ecologista, las compañías eléctricas han
presentado 44 proyectos de construcción de nuevas centrales térmicas de gran
tamaño, que totalizarían unos 32.000 MW, y podrían emitir 109 millones de
toneladas de CO2 al año.
Greenpeace cree que, dado que son la mayor fuente de emisiones de CO2 y el
gran impacto que causan sobre cambio climático, el Gobierno no debería
seguir autorizando más centrales térmicas, mientras carezca de una
planificación energética para establecer si es necesaria más potencia, de
qué tipo y para cuándo. Los ecologistas reclaman un plan que analice en
detalle las opciones de eficiencia energética y gestión de la demanda para
evitar que ésta siga creciendo, así como que incorpore las previsiones de
nuevas energías renovables. El plan debería tener en cuenta las emisiones de
gases que afectan al cambio climático, para asegurar el cumplimiento del
Protocolo de Kioto.
La petición de Greenpeace, que al basarse en razones ambientales ha sido
cursada al Ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, se produce cuando faltan
sólo 11 días para el inicio de la Cumbre del Clima de Bonn, donde se
tratarán de acordar las condiciones para la aplicación y entrada en vigor
del Protocolo de Kioto.
El Ministro Matas declaró el pasado 13 de junio en el Congreso de los
Diputados, ante una interpelación urgente de la oposición sobre política
general en materia de lucha contra el cambio climático, que “España ha
aprobado un Plan de reconversión de las centrales térmicas tradicionales,
alrededor de unas 30 centrales térmicas tradicionales van a tener que ser
cerradas o sustituidas por ciclo combinado o por centrales menos
contaminantes”. Pero Greenpeace le ha pedido que especifique qué centrales
se van a cerrar y para cuándo, “porque lo único que nos consta es la
avalancha de nuevas centrales que se están autorizando, mientras el ministro
habla de hipotéticos cierres sin concretar”, ha declarado José Luis García
Ortega, responsable de la Campaña de Cambio Climático y Energía de
Greenpeace España.
Según el portavoz de Greenpeace, “creemos que es necesaria una
planificación y ordenación de los recursos energéticos, y en particular los
que más inciden en el cambio climático como son las centrales térmicas, y
entre tanto se realice esa necesaria planificación, debe establecerse una
moratoria sobre la entrada en operación de nuevas centrales térmicas”.
La petición de Greenpeace se suma a la aprobada hace cuatro días por el
Parlamento de Andalucía, que decidió pedir al Gobierno “clarificar y
consensuar la nueva potencia a autorizar, así como las posibilidades de una
mejor distribución y diversificación territorial de la misma, que haga
compatible con el modelo de desarrollo económico de cada territorio y
mientras se produce, se establezca una moratoria sobre nuevas autorizaciones
hasta que no se realice una evaluación ambiental de las instalaciones ya
autorizadas”.
GREENPEACE