Nota de Greenpeace
La energía solar térmica puede proporcionar electricidad en grandes cantidades en países soleados como España, alcanzando el 5% de toda la demanda eléctrica mundial en menos de 40 años y evitando la emisión de 154 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera hasta 2020. Estas son las principales conclusiones del informe «Electricidad solar termoeléctrica 2020: pasos firmes contra el cambio climático», que Greenpeace ha presentado hoy en una jornada de debate organizada conjuntamente con el CIEMAT y el IDAE.
Según el informe, realizado por expertos de Greenpeace y de la Asociación Europea de la Industria Solar Térmica (ESTIA), las centrales solares termoeléctricas, que concentran los rayos solares para calentar un fluido y convertir la energía térmica en eléctrica, disponen de tecnología totalmente probada y fiable, de forma que para el año 2020 podría haber en varios países soleados más de 21.000 MW instalados que producirían cerca de 55.000 millones de kWh de electricidad (equivalente al 25% de la demanda eléctrica de España en 2002). Con ello se habrían creado 200.000 puestos de trabajo y se habría movilizado una inversión de 42.000 millones de euros.
El informe destaca que España es uno de los cinco países más prometedores para el desarrollo de este tipo de centrales, pues dispone de sol en abundancia, una base tecnológica avanzada, un sector empresarial activo y un marco regulatorio de la energía que incentiva particularmente esta solución energética. El escenario desarrollado en el informe indica que en España podría haber instalados más de 300 MW de plantas solares térmicas para 2010 y alcanzar los 2.645 MW para 2020. En las jornadas de debate se han presentado varios de los al menos cuatro proyectos de plantas que está previsto poner en marcha en España a corto plazo.
«Las empresas eléctricas no deberían pedir más derechos para seguir contaminando, sino incentivos para reducir emisiones mediante inversiones en energías renovables como las centrales solares termoeléctricas» -ha declarado José Luis García Ortega, responsable del proyecto Greenpeace Solar.
Greenpeace cree que ha llegado el momento de construir las centrales solares porque son necesarias para reducir las emisiones de CO2 mientras se garantiza el abastecimiento de energía. Aunque el marco actual garantiza la rentabilidad de las inversiones, Greenpeace reclama mayores medidas de apoyo:
Elevar el objetivo de potencia a instalar a 1000 MW para 2010.
Eliminar la limitación actual de 50 MW para que una planta pueda recibir las bonificaciones previstas por la electricidad producida.
Permitir las plantas híbridas (combustible fósil y solar) primando sólo la parte de electricidad producida con energía renovable.
Facilitar los trámites administrativos para los proyectos.
Transposición de la Directiva de Energías Renovables mediante una Ley de Energías Renovables
Dar prioridad de acceso a la red a proyectos renovables
«Que una organización ecologista como Greenpeace se una a organismos públicos de investigación y de promoción de proyectos como CIEMAT e IDAE para apoyar las centrales solares es una señal del amplio consenso social existente a favor de esta tecnología. La presencia en la jornada de debate de las empresas promotoras demuestra que es posible trabajar juntos para hacer realidad los proyectos» -ha declarado Emilio Rull, responsable de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.
La energía solar termoeléctrica tiene claras ventajas, según el informe:
Protección ambiental (no emite CO2 ni genera residuos radiactivos)
Combustible gratuito, inagotable y abundante
Crecimiento económico
Creación de empleo
Diversificación de fuentes de energía y seguridad de suministro de electricidad
Rápida construcción y puesta en marcha
Potencial de transferencia tecnológica e innovación
Fuente de energía autóctona
Tecnología disponible
1 km2 solar termoeléctrico puede generar 100-200 GWh, electricidad equivalente a la generada por una central térmica de carbón de 50 MW.
1 m2 de tecnología solar termoeléctrica evita la emisión de 200 kg de CO2
La energía invertida en su construcción se amortiza en 5 meses y tiene una vida útil calculada de 30 años
La mayor parte de los materiales, acero y vidrio, se pueden reciclar y reutilizar en otras centrales
Para que los promotores inviertan en centrales solares, hace falta un marco estable y un mercado claro. Basándose en la experiencia en distintos países, el informe destaca varias medidas políticas para la creación de mercados para la energía solar termoeléctrica:
Establecer objetivos legalmente vinculantes.
Mecanismos de apoyo al precio (tarifas y primas) para las energías renovables.
Colaboración de entidades públicas y privadas para fijar objetivos y mejorar las normativas y los mecanismos de financiación
Greenpeace