A las 11 de la mañana de ayer martes, 3 zodiacs procedentes del SV Rainbow Warrior remontaron el río Ebro desde su desembocadura hasta la localidad de Amposta (Tarragona) donde varios escaladores se han descolgado del famoso puente de esta localidad con una enorme pancarta en la que podía leerse «Salvemos el Delta del Ebro». Vecinos de la zona, asociaciones ecologistas y miembros de la Plataforma en defensa del Delta apoyaron con su presencia este acto de protesta. Con esta acción, la organización ecologista demanda a la Unión Europea que no destine los fondos necesarios para llevar a cabo un plan hidrológico que consideran claramente insostenible.
Asimismo el buque insignia de Greenpeace, el SV Rainbow Warrior, se dirigió al puerto de San Carles de la Rápita donde los responsables de la organización ecologista se reunirán con distintos colectivos y asociaciones implicados en la lucha contra este Plan Hidrológico Nacional (PHN).
El Delta del Ebro, una de las áreas de mayor biodiversidad de la península, y la segunda zona húmeda en importancia de Europa, ve peligrar su futuro, al confluir en ella todos los despropósitos que el Gobierno español pretende realizar en el marco del PHN. De llevarse a cabo, el Trasvase del Ebro puede convertirse en uno de los mayores atentados contra el medio ambiente de la historia reciente del Estado Español.
Lejos de plantear una gestión basada en la demanda, en el ahorro y en un aprovechamiento racional de los recursos hídricos, el PHN alimenta la espiral de la demanda, que seguirá creciendo. Para Greenpeace, las amenazas a las que se ve sometido un ecosistema único como el Delta del Ebro son una prueba evidente de que la actual política hidráulica debe ser completamente reformada.
A juicio de Greenpeace nos encontramos ante un momento decisivo, ya que la ejecución del proyecto depende de los fondos concedidos por la Unión Europea. «España intenta utilizar la Presidencia para consolidar un proyecto que incumple al menos tres Directivas Comunitarias. Es inconcebible que la Unión Europea financie un macroproyecto que atenta claramente contra el espíritu de la legislación comunitaria que regula la gestión de los recursos hídricos» declaró Maria José Caballero, Responsable de la Campaña de Aguas de Greenpeace España.
El Plan no se sostiene ni desde el punto de vista medioambiental ni desde el punto de vista social y económico. El Delta del Ebro es una zona mucho menos desarrollada que algunas de las cuencas receptoras del trasvase. Lejos de estar basado en un principio de solidaridad entre diferentes regiones, el trasvase agudizará los desequilibrios territoriales y el modelo de desarrollo insostenible ya presente en algunos puntos del Mediterráneo. Los viejos conceptos de la España húmeda y la España seca, deben ser superados por una nueva Cultura del Agua.
Greenpeace