La propagación de la gripe aviar hiperpatogénica en numerosas zonas de Asia es una amenaza potencial sin precedentes para la salud humana, además de un desastre para la producción avícola, afirmaron el pasado martes la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado de prensa conjunto.
Aunque aún no ha ocurrido, la conocida como «gripe de los pollos» podría tener la capacidad de convertirse en un poderoso agente patógeno muy peligroso para la salud humana, advirtieron las tres agencias (FAO, OIE y OMS).
La posible propagación de la gripe aviar entre las aves de los países en desarrollo representa un importante desafío. La FAO, la OIE y la OMS hicieron un llamamiento a los donantes para que respondan a las necesidades de esta amenaza global y para que ofrezcan fondos y asistencia técnica a los países afectados.
«En el caso de la SARS aprendimos que no hay fronteras para las amenazas biológicas», explicó Lee Jong-wook, Director General de la OMS.
«Ahora nos encontramos con otro peligro para la salud humana y debemos reafirmar las instancias existentes de colaboración y crear las que hagan falta».
«A nivel internacional, la FAO, la OIE y la OMS están trabajando juntas para proporcionar la asistencia necesaria a sus Estados Miembros».
La gripe aviar hiperpatogénica es una amenaza para la salud pública. Si se produce una circulación suficientemente entre humanos y animales de granja existe un alto riesgo de que pueda convertirse en un subtipo de virus con potencial pandémico, capaz de causar brotes en todo el mundo. Además, la gripe aviar supone un desastre para la industria de cría de aves de corral y para los pequeños granjeros.
La FAO, la OIE y la OMS están trabajando para evitar una pandemia animal y humana.
«Aún tenemos la oportunidad de eliminar esta amenaza», dijo el Director General de la FAO, Jacques Diouf.
«Los productores avícolas de las zonas afectadas necesitan sacrificar urgentemente a los animales afectados y expuestos al contagio, pero al mismo tiempo será necesario compensarlos por las pérdidas, ya que el combate a la enfermedad tendrá un costo elevado, especialmente para las economías más pobres y los pequeños productores».
«La comunidad internacional tiene interés en que estos esfuerzos obtengan resultados y para ello habrá que ayudar a los países más pobres», señaló Diouf.
La FAO y la OIE hicieron un llamamiento para que se lleven a cabo estrictos controles de los movimientos de animales en las áreas afectadas.
Los trabajadores encargados del sacrificio y control de los animales tendrán que protegerse con ropas adecuadas para evitar contagios. Hacen falta vacunas, señalaron las organizaciones. Los granjeros, y en especial las pequeñas granjas domésticas, necesitarán compensaciones por las pérdidas que se ocasionarán.
El peligro que comporta la gripe aviar ha sido identificado. A diferencia de lo ocurrido con la SARS, ya existen test para diagnosticar este tipo de gripe, así como los antivirales -caros pero efectivos- para uso humano. Aunque todavía queda mucho por hacer, la investigación está bien encaminada hacia el desarrollo de una vacuna para combatir el virus.
«Estamos ante una amenaza global muy seria para la salud humana», constató Lee Jong-wook. «En el pasado hemos sido capaces de hacer frente a brotes infecciosos. Ahora nos enfrentamos a una grave emergencia que puede ser controlada antes de que alcance proporciones globales si trabajamos juntos y compartimos los costos necesarios para ellos. Pero tenemos que empezar a trabajar en esta dura y costosa operación ahora mismo», alertó
FAO