Ante esta circunstancia, UPA considera que se debe mantener la calma y no dejarnos llevar por afirmaciones gratuitas y alarmistas sino seguir las indicaciones de los expertos. En este sentido, desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria se ha indicado que la influenza aviar no es un problema alimentario pues el virus no se transmite a través de la carne debidamente cocinada. Una vez aclarado este punto, el problema queda relegado al tema veterinario donde es necesario establecer las medidas oportunas para evitar el avance de la enfermedad pues es la forma de desechar la posibilidad de pandemia mundial.
En este sentido, la Unión Europea ha tomado medidas de urgencia para prevenir la influenza aviar. Cada Estado miembro es responsable de identificar las áreas de alto riesgo dentro de su territorio y asegurar las medidas apropiadas para separar las aves salvajes de las domésticas. Además, los sistemas de detección temprana de la enfermedad tienen que asegurar que cualquier signo de influenza aviar en aves cautivas debe ser rápidamente notificado a las unidades veterinarias competentes.
En España se está llevando a cabo una vigilancia activa en humedales y otras aves salvajes, y se están acentuando las medidas de bioseguridad así como la vigilancia en las granjas de producción, a pesar de que el contagio vía aves silvestres es muy remoto.
Todos los agentes implicados en la producción avícola están ofreciendo la máxima colaboración. El Ministerio cumpliendo toda la legislación europea y poniendo al día protocolos de actuación para las distintos escenarios posibles. Y los avicultores, respetando las más estrictas medidas de bioseguridad en las granjas. En este sentido hay que indicar que el sistema de producción español, enormemente desarrollado y tecnificado, se encuentra desde el punto de vista higiénico-sanitario a “años luz” de aquellos que poseen los países en que han aparecido los focos.
Desde UPA llamamos a la calma, al respecto de los protocolos de bioseguridad y a la confianza de los consumidores en la carne de pollo española que se produce bajo las más estrictas condiciones de seguridad alimentaria.
UPA