En los años 60-70 comenzó el éxodo desde el medio rural a las ciudades y, desde entonces, las jóvenes, alentadas por sus propias madres, siguen abandonando los pueblos en busca de mejores condiciones laborales y sociales, dando lugar al envejecimiento y a la masculinización del medio rural.
COAG recuerda al Gobierno que el campo no tiene futuro sin las mujeres y que, por lo tanto, para mejorar el medio rural, garantizar una producción sana y sostenible y salvaguardar el medio ambiente es imprescindible contar, en el diseño de la futura Política Agraria Común, con las mujeres rurales y dotarlas de garantías suficientes para que asuman el papel que les corresponde.
La reforma de la PAC perjudicaría aún más a las mujeres, porque favorece la desaparición de las pequeñas y medianas explotaciones y la especulación de la tierra, cuestiones que afectarían a las mujeres en mayor medida. El Área de la mujer de COAG demanda una Ley Básica de Agricultura y Desarrollo Rural donde se contemple a la mujer como elemento imprescindible en la agricultura del futuro, ya que el 37% de la población ocupada en la agricultura europea son mujeres. La mujer rural tiene que padecer diferencias en las condiciones laborales y sociales, escaso interés oficial, un nulo avance en la consecución de la titularidad, de seguridad social, igualdad y dignificación del trabajo.
Tal y como señala, Inmaculada Fernández Landauro, responsable del Área de la mujer de COAG:“ No podemos estar en el siglo XXI y sufrir todavía la discriminación laboral, social y económica como agricultoras y ganaderas. Es necesario mejorar nuestra autoestima, nuestra formación, y adquirir un reconocimiento solidario, traspasando el ámbito doméstico para conseguir capacidad de liderazgo en la sociedad, la agricultura y en la defensa del medio ambiente.”
Desde el Área de la mujer de COAG, se reivindica:
1. Un régimen de la Seguridad Social justo y equitativo, que facilite la incorporación de las mujeres a la actividad agraria.
2. Reconocimiento de la cotitularidad en la explotación familiar agraria y la exigencia de un marco jurídico a través de una Ley Básica de Agricultura y Desarrollo Rural.
3. Reflejar el trabajo anónimo de la mujer en las encuestas de población activa.
4. Información y formación flexible y específica en función de sus necesidades y facilitando su mayor participación en la vida laboral y social en igualdad.
COAG