ICAM y UNICEF analizan en Sevilla la crisis alimentaria mundial

A lo largo de todo el ejercicio de 2007 y gran parte de 2008, el incremento del precio de las materias primas y los alimentos ha puesto en serias dificultades a millones de personas en todo el mundo y ha tenido una incidencia especial sobre los estratos de población más débiles y desprotegidos. Según los datos de la FAO el encarecimiento de los alimentos ha provocado que el número de personas que padece la lacra del hambre se haya incrementado en más de 75 millones, pasando de 848 a 923 millones en tan sólo un año. En el caso de la infancia, UNICEF calcula que en 2007, en los países en vías de desarrollo, había 148 millones de niños y niñas desnutridos.

El Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM) y el Fondo de las Nacionales Unidas para la Infancia (UNICEF), con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur, de la Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación (Antama) y del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía Occidental han puesto el acento en la necesidad de invertir en agricultura para lograr duplicar la producción alimentaria mundial y cumplir así con los objetivos del milenio.

El desarrollo de la agricultura en todo el mundo es fundamental para alcanzar los objetivos del milenio, con los que se pretende reducir a la mitad, de aquí a 2015, la proporción de personas que vive en condiciones de extrema pobreza y que padece hambre crónica. Por lo que tal y como se puso de manifiesto en el encuentro, para alimentar al mundo de mañana no sobra ningún agricultor, y falta, por el contrario, mucha producción. Para obtenerla es necesario un cambio radical en el planteamiento de políticas de agua, regadío y nuevas tecnologías, así como un giro de las actuales políticas al desarrollo, donde la agricultura debe pasar a ocupar un lugar prioritario.

El encuentro, con el que se rindió también un homenaje a Alberto Ballarín, presidente de ICAM y fundador de la ONG Agricultores Sin Fronteras, se ha estructurado entorno a dos mesas redondaS, una primera en la que se analizaron las causas de la actual crisis alimentaria, y una segunda en la que, bajo el epígrafe “¿Cómo duplicar la oferta alimentaria en 2050?”, se analizó el papel que la agricultura está llamada a desempeñar como sector estratégico para dar respuesta a las necesidades alimentarias del siglo XXI, derivadas del continuo crecimiento de la población mundial.

La tierra contará con 9.000 millones de habitantes en el 2050, y para hacer frente a este aumento de la población y al desafío alimentario resultante, la agricultura tendrá que duplicar su producción en un periodo de poco más de 40 años. El desarrollo y la movilización de todas las formas de agricultura, tanto en los países del norte como en los del sur, son esenciales para responder a este reto.

Abrió el encuentro Alberto Ballarín, que abogó por el incremento de las inversiones en infraestructuras en países en vías de desarrollo como una doble solución a la crisis financiera y alimentaria y denunció que en toda África hay menos presas que en España, por lo que un 96% de toda la superficie africana está en secano, de modo que es imposible que ese continente logre producir. Ballarín, que opina que el futuro de la alimentación mundial está en África, recordó que “no existe ningún país en el que el desarrollo industrial y el desarrollo general no haya venido precedido por el desarrollo del regadío”. Así, destacó el regadío y las nuevas tecnologías agrarias (incluida, por supuesto, la biotecnología) como los dos ingredientes esenciales para doblar la oferta alimentaria mundial de aquí al 2050.

Por su parte, la directora de Advocacy-Sensibilización del Comité Español de UNICEF, Amalia Navarro, coincidió con Ballarín en que en el tercer mundo y especialmente en África, la garantía de acceso universal al agua, tanto de los agricultores como de los hogares, es vital, y apostó también por el incremento de la colaboración entre entidades públicas y privadas, pues cuando se produce esta colaboración es cuando es posible avanzar y ofrecer soluciones innovadoras, tal como ha hecho UNICEF con los RUTF, una pasta nutritiva ideal para combatir problemas graves de desnutrición infantil en situaciones tremendamente desfavorables como las que se encuentran en el Cuerno de África.

La Jornada contó también con la intervención del catedrático Jean Monet de Economía Agraria, asesor de la FAO y exministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, el jefe de la Oficina de Información para España de la FAO, Germán Rojas, el ex portavoz de Agricultura de la Comisión Europea, Gregor Kreuzhuber, el vicepresidente de la Fundación Antama, Carlos Vicente, el catedrático de Genética de la Universidad de Córdoba, José Ignacio Cubero, del presidente de ASAJA Nacional, Pedro Barato y el subdirector general de Apoyo y Coordinación de la Secretaria General de Medio Rural del MARM, Antonio Fernández García de Vinuesa.

La clausura estuvo a cargo del consejero de Agricultura, Martín Soler, quien indicó que la crisis alimentaria que padecemos es la peor desde la década de los 70 y destacó el papel que desempeña la agricultura en la búsqueda de soluciones a los tres grandes retos a los que se enfrenta la humanidad: satisfacción de las necesidades alimentarias mundiales, cambio climático y agotamiento del modelo energético actual.

ICAM-UNICEF

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