Identificación Ovino-Caprino: Asaja-Sevilla rechaza esta propuesta por cara e ineficaz

Nota de Asaja-Sevilla
Grecia ya avanzó que una de las prioridades de su presidencia de la UE sería la identificación de los ovinos y caprinos. Esto ha quedado patente desde el primer momento, dado que ya en el primer Consejo de Ministros de Agricultura bajo su mandato, celebrado esta misma semana, se presentó formalmente la propuesta de identificación.

Hasta ahora, los ovinos y caprinos se han venido identificando con el código de explotación y tan sólo el ganado vacuno cuenta una identificación individual (cada animal lleva un crotal –una especie de pendiente- con un código individual de identificación). Sin embargo, la tendencia de la Comisión es que paulatinamente todas las producciones ganaderas se identifiquen individualmente con el fin de tener una perfecta trazabilidad.

En este sentido, la propuesta presentada por la Comisión para la identificación individual del ganado ovino y caprino plantea dos fases, una primera, que comenzaría en julio de 2003, en la que se establece como método de identificación la colocación de dos crotales por animal; y una segunda fase, a partir del 2006, en la que la Comisión plantea introducir la identificación electrónica de los animales mediante microchips.

A pesar de que ASAJA-Sevilla está convencida de las ventajas de la trazabilidad de la cadena alimentaria, rechazamos que el coste de esta operación recaiga en exclusiva en los ganaderos; puesto que este sistema aporta beneficios a todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, por lo que en opinión de ASAJA-Sevilla este coste debe asumirlo la Adminisatración.

Tan sólo la implantación del doble crotal a todo el ganado ovino y caprino, como propone el Consejo, tiene un coste para los ganaderos andaluces de 42 millones de euros. Un coste inasumible para explotaciones ubicadas en zonas desfavorecidas y con uno de los niveles de renta más bajos de toda la Unión Europea.

Estos costes serán aún más elevados a partir del 2006 si finalmente se decide la implantación generalizada de los dispositivos electrónicos, puesto que además de la carga burocrática, el ganadero tendría que contar con un lector electrónico conectado a un ordenador para realizar el registro de cada animal.

A estos costes en crotales, microchips y tecnología (necesaria para su implantación y lectura) habrá que sumar el tiempo que dediquen los ganaderos al manejo del sistema ya que, con todas las exigencias previstas actualmente en la propuesta de Reglamento, prácticamente los ganaderos se deberían dedicar sólo a mantener el sistema de identificación y registro de sus animales, dado el gran aumento de los procesos registrales.

Respecto al sistema de identificación propuesto para la primera fase, la implantación del doble crotal, ASAJA estima que resultará totalmente ineficaz, dado que es imposible que los animales puedan conservar sus dos crotales, ya que se trata de animales que están todo el día en el campo donde es muy probable que pierdan los crotales por enganches con ramas, arbustos y alambradas, por lo que de salir adelante la normativa en los términos actuales, los ganaderos la estarían incumpliendo desde el primer día.

Asaja

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