La Universidad de Córdoba ha identificado 1300 muestras de variedades de olivo a través de un plan experimental que viene desarrollando desde 2001, según un convenio de colaboración suscrito con la consejería de Agricultura y Pesca. El objetivo es conocer nuevas variedades y la calidad de las mismas, para producir plantones certificados que permitan a los olivareros realizar replantaciones, aumentos de densidad y nuevas plantaciones de calidad.
Una vez catalogada la muestra, se registra en el Banco Mundial del Olivo, con sede en Córdoba, que conserva toda la variedad genética de los olivos que se han producido a lo largo de los siglos. Esta información permite analizar y seleccionar las distintas variedades para hacer mejoras genéticas, evitando el desarrollo de enfermedades vegetales. Actualmente, en el Banco hay clasificadas unas 400 variedades de plantones, de las que algo más de la mitad se producen en España y en concreto en Andalucía.
Para identificar las muestras, si la planta es joven se toman entre 8 y 10 brotes del árbol y se analizan empleando métodos químicos; si tiene aceitunas, se toman entre 40 y 50 y se analiza el hueso. El resultado se coteja con variedades ya catalogadas por el Banco Mundial del Olivo.
Los plantones certificados se distinguen con una etiqueta azul en la que figura la especie, variedad, categoría certificada (indica que tiene un estado sanitario idóneo) y el organismo que ha hecho el control. Esta etiqueta es una garantía de calidad que añade más valor al producto.
Junta Andalucía