«Este hallazgo es importante ya que el número de partos dobles es uno de los principales factores económicos que determina la rentabilidad de las explotaciones ovinas de carne», explicó el Director de la cooperativa Oviaragón, Francisco Marcén.
Una vez seleccionados los animales portadores del gen, el procedimiento es sencillo. Se trata de cruzar un macho portador con una hembra que no lo sea, así la cordera que nazca tendrá la variante genética que se busca. «Con este descubrimiento, las ovejas podrán obtener una prolificidad media de 1,7 corderos por parto frente a los 1,3 actuales», añadió Marcén. Además, no aumenta la mortalidad de los corderos porque la mejora se consigue por el incremento de partos dobles y no de partos triples o cuádruples que siempre generan más problemas.
En estos momentos se está estudiando la manera de difundir con prontitud y correctamente esta mejora genética natural, y así, permitir una estrategia que beneficie lo máximo posible al núcleo de selección y a todos los rebaños de la Cooperativa en general, dado el valor de sus productos. Según apuntó el Director General del INIA, Javier Martínez Vassallo, «una vez realizada la investigación, el siguiente paso es difundir esta técnica y lograr que los ganaderos la aprovechen para mejorar su productividad».
Los resultados de la investigación han sido presentados por el Director General de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) del Gobierno de Aragón, José Luis Serrano; el Director de Oviaragón, Francisco Marcén; el Director General del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Javier Martínez Vassallo, y el Director de Promoción y Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, Miguel Valls.
Los investigadores principales de este proyecto son Juan José Jurado García del Departamento de Mejora Genética Animal del INIA de Madrid, Jorge H. Calvo Lacosta y Jose Folch del Departamento de Producción Animal del CITA de Zaragoza.
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