Oceana ha hecho público cómo empresas vascas importan bonito del norte procedente del Mediterráneo y capturado por la flota italiana con redes de deriva ilegales. Las marcas en el cuerpo de los bonitos que entran en el País Vasco revelan su origen ilegal. La organización internacional de conservación marina pide que estas capturas sean incautadas por haberse efectuado con un arte de pesca que es una amenaza para la conservación de la biodiversidad marina, y por constituir una competencia desleal para el sector pesquero vasco.
Oceana ha detectado, en distintos puntos del País Vasco, bonito de origen italiano con marcas que evidencian que este pescado ha sido capturado con redes de deriva ilegales. En 2008, las importaciones de bonito del norte procedentes de Italia a España ascendieron a 965 toneladas de bonito del norte (Thunnus alalunga) fresco y congelado, por un importe de casi 3 millones de euros según los datos de las Cámaras de Comercio. Este pescado principalmente se destinó a la industria conservera. El País Vasco y Cataluña se encuentran a la cabeza de los importadores.
Según declaraciones de Ricardo Aguilar, Director de investigación y proyectos de Oceana en Europa, este hecho constituye una competencia desleal al bonito capturado por la costera vasca: “Recientemente, las cofradías vascas han adoptado una marca de calidad que distingue el bonito que capturan. Desde Oceana instamos a los consumidores a que compren el producto con este distintivo, y desconfíen del bonito del que desconozcan el origen”.
Las redes de deriva son un arte de pesca prohibido por la Unión Europea desde el año 2002, por constituir una amenaza para la conservación de cetáceos, tortugas y tiburones. La flota italiana, a pesar de la prohibición y de las cuantiosas ayudas públicas cobradas para la reconversión a otros artes de pesca, continúa utilizando este arte de pesca ilegal, tal y como está denunciando Oceana desde 2005. Las capturas declaradas de bonito (Thunnus alalunga) en Italia ascendieron a 4.017 toneladas en 2007, de las que al menos un 23 % fueron capturadas con redes de deriva ilegales.
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