La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha impulsa, con otras cinco regiones limítrofes, un proyecto para diferenciar en el mercado la carne del cordero trashumante, con el objetivo de añadir renta a los altos costes de los ganaderos que respetan este sistema tradicional, ligado a la Naturaleza, y reconocer, con un sello y modo protección especifico, su calidad.
Para ello, comenzó ayer Cuenca una primera toma de contacto con representantes de las comunidades de Castilla y León, Aragón, Andalucía, Extremadura y Valencia, para configurar un pliego de condiciones que defina este producto, la organización de su gestión y los instrumentos de control de garantía al consumidor, que se quiere no sean paralizantes.
Según el director general de Alimentación y Cooperativas, Francisco Mombiela, la iniciativa busca ser abierta y si bien apunta a la fórmula de Especialidad Tradicional Garantizada, por su sistema de manejo tradicional y no surgir de una única raza, ahora prima más la definición del producto y no tanto la figura jurídica que finalmente adopte.
“Si hay un país donde la trashumancia tiene una tradición de siglos, éste es España. Tenemos documentación y argumentos para defender la tradición, pero lo importante es tener claro qué producto queremos proteger ante la Comisión Europea, en principio, no partidaria de sacar diferenciaciones en un mercado sin barreras comerciales”, agregó.
Saludable
Como punto de partida, se toma la calidad tradicional garantizada de este producto que, por ser de cría natural (fundada en leche y pasto de montaña) y, sobre todo, por estar siempre en movimiento ofrece un resultado de menor grasas, rico en proteínas y que respeta el Medio Ambiente.
En opinión de Mombiela, la producción de este tipo de carne nunca llegará a cubrir los grandes volúmenes de abastecimiento de las grandes superficies, pero sí estará orientado a un consumidor selecto, cada vez más exigente, que pide calidad y está dispuesto a pagarla.
Más allá, señaló que el proyecto abre incluso posibilidades de innovar dentro del marco de la normativa comunitaria, siempre que implique mayor defensa del proyecto, y opciones de recuperar organizaciones ancestrales, como era La Mesta, por lo que se trata de una actuación “imaginativa”.
De acuerdo a los cálculos iniciales, la medida podría incluir a unos 2.000 ganaderos de las 6 comunidades implicadas y unas 400.000 cabezas de ganado. En la provincia de Cuenca, operan en torno a 80 empresas en esta especialidad con 40.000 cabezas.
JCCM