Las Comunidades Autónomas de Galicia y Extremadura se han sumado a las medidas de control de pescado inmaduro y el etiquetado, mediante la colaboración suscrita con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Secretaría General de Pesca Marítima, y la Dirección General de la Guardia Civil. Esta colaboración hace posible que en la mayor parte del territorio nacional se complete el cerco al comercio ilegal en los transportes de pescado por carretera.
Las distintas Administraciones están impulsando una serie de medidas para conseguir una pesca y un comercio responsable, por lo que las actuaciones contra la extracción, transporte y consumo de pescado con tallas inferiores a las permitidas son fundamentales para poner en práctica la política de conservación de los recursos alimenticios del mar, ya que estos son limitados.
El consumo de inmaduros es el final de una larga cadena en la que se implican desde el pescador al propio consumidor pasando por comerciantes, restauradores y Administraciones públicas. A todos y cada uno les corresponde algún papel en este escenario para poder frenar el comercio ilegal de productos de la pesca.
Además del control del transporte de pescado, otra de las actuaciones que las Administraciones han puesto en marcha es el control del comercio del pescado sin la preceptiva etiqueta, ya que ésta supone una información vital para el consumidor y garantiza un mercado más transparente.
Para la puesta en marcha de estas acciones, los Ministerios de Interior y de Agricultura, Pesca y Alimentación firmaron un Acuerdo-Marco en 1997 sobre el control, inspección y vigilancia de las actividades de pesca, contemplando la colaboración con las Comunidades Autónomas en este Programa.
A partir de esta firma comenzaron una serie de acciones conjuntas que se concretan en un Programa Anual que se ha desarrollado desde 1998 hasta el actual 2003, sumándose al mismo Andalucía, Murcia, Valencia, Castilla y León, Cantabria, Baleares, Canarias, Madrid, Castilla La Mancha, Cataluña y Asturias. Todo ello se ha completado con 5 cursos de formación impartidos a los inspectores de estas Comunidades y al personal de SEPRONA que interviene en las patrullas.
Durante el año 2002 se efectuaron cerca de 2.000 actuaciones en toda España, con el decomiso de 220.000 kilos de diferentes especies pesqueras, más las propuestas de sanción correspondientes. Las especies pesqueras más afectadas por este tráfico son: boquerón, merluza, jurel y chirla.
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