Indonesia: aprovechar los conocimientos locales para combatir la gripe aviar

El gobierno indonesio se enfrenta a un grave problema: 31 de sus 33 provincias se encuentran afectadas por la gripe aviar. Los 240 millones de habitantes del país se reparten en más de 6 000 islas. Sin involucrar a las comunidades rurales, las autoridades no estarán en grado de controlar esta enfermedad altamente contagiosa, que es ya endémica en muchas regiones de la nación asiática.

La FAO ha colaborado en la formación de los veterinarios y para-veterinarios locales en las denominadas técnicas participativas de vigilancia y respuesta a la enfermedad (PDS, por sus siglas en inglés). Estos a su vez trabajan con los miembros de la comunidad, aprovechando sus conocimientos y haciéndoles participar en la lucha. También les entrenan para que puedan detectar e informar sobre los casos de gripe aviar en las aves de corral y sean responsables de su propia seguridad y de sus familias.

USAID (EE.UU.), AusAID (Australia) y el gobierno de Japón han apoyado la iniciativa con más de 10 millones de dólares EE.UU. Esta campaña se integra totalmente en la estrategia indonesia para combatir la gripe aviar y se encuentra supervisada por los servicios veterinarios oficiales.

Los equipos de vigilancia y respuesta operan en la actualidad en 168 de los 444 distritos de Indonesia. Hasta ahora han sido formados 1 200 efectivos, y ya cuentan con capacidad PDS todos los distritos de la isla de Java y las provincias de Bali, Sumatra septentrional y Lampung, en donde vive cerca del 70 por ciento de la población del país. También existe esta capacidad en todas las provincias de Kalimantan (isla de Borneo) y Sulawesi (islas Célebes).

Detectives

«Los aldeanos actúan como detectives sobre el terreno. Nos indican las zonas en donde se producen los brotes de H5N1 en las aves de corral”, explicó Ibu Azmiyati, veterinaria del Departamento de Servicios Pecuarios en el distrito de Tangerang. “Sin la ayuda de las comunidades locales, estaríamos perdidos. Sencillamente, existen demasiadas granjas familiares”, señaló. Se estima que cerca del 60 por ciento de las familias indonesias crían unos 300 millones de aves en sus casas.

Casi cuatro años después del primer brote de gripe aviar altamente patógena en Indonesia, y tras el fallecimiento de 80 personas, existe todavía la urgente necesidad de que los miembros de la comunidad local se involucren en la detección e información de los casos de aves muertas o enfermas.

“Cuando algunos de los pollos que habitualmente crío en la parte de atrás de mi casa fallecieron recientemente, los enterré en secreto. Tras hablar con el agente de PDS, he aprendido que esa no es la forma correcta de actuar. Es necesario informar también al departamento pecuario local y al jefe de la aldea”, explicó Noor Hassan, un tendero de la aldea de Bunder, en el distrito de Tangerang.

El éxito de los sistemas participativos de vigilancia y respuesta no depende solo de los fuertes vínculos entre la población y los responsables de sanidad animal, sin también en su capacidad de respuesta rápida.

Por ejemplo, en el curso de un brote reciente de gripe aviar en la provincia de Lampung, en la isla de Sumatra, un equipo PDS llegó dentro de las 24 horas posteriores a la detección del brote. El equipo tomó medidas de forma inmediata. Junto a la comunidad local, sacrificaron cerca de 200 pollos e iniciaron una vacunación de emergencia.

Cuando se corrió la voz del sacrificio de las aves, algunos aldeanos se llevaron a sus gallinas durante la noche a la selva cercana para evitar que las encontraran. Otros vendieron los pollos en el mercado local.

Para el agente de PDS Agung Kusmartuti, se trató de momentos de gran frustración: “Necesitamos trabajar más para cambiar los comportamientos de riesgo. El informar de cualquier síntoma de la enfermedad es clave en la campaña de control. Nunca se debe trasladar o vender en los mercados locales a los animales enfermos.»

Ayudar a las comunidades locales

El sistema PDS fue establecido a principios de 2006 para ayudar a superar las carencias de los servicios veterinarios gubernamentales en Indonesia a la hora de combatir la gripe aviar. A finales de la década de los 90, el gobierno descentralizó muchos servicios públicos, entregando su control a las autoridades regionales o locales. Pero las competencias no estaban claras, faltaban fondos y las prioridades se dejaron en manos de los alcaldes y los jefes de aldea. La descentralización ha afectado a casi todos los sectores de la administración, incluyendo los servicios veterinarios.

El sistema PDS esta diseñado para superar los problemas derivados de la descentralización. “Los funcionarios locales deben sentir que este programa de vigilancia y respuesta es útil a sus comunidades, y que en cierto modo comparten su propiedad”, aseguró Eman Sulaeman, jefe de un equipo PDS en los Servicios pecuarios en Bandung, en Java occidental.

Contar con el apoyo de las autoridades locales es importante en un contexto en el que se hace necesario el sacrificio de animales. “Si la administración del distrito tiene presupuesto para pagar compensaciones, nuestra labor se hace mucho más fácil. Ello hace que exista mayor cooperación y confianza entre la gente”, añadió Sulaeman.

La FAO está planeando extender la formación de más equipos PDS a nivel de las autoridades locales para detener la extensión del virus H5N1 en Indonesia.

“Vamos a aumentar el programa de vigilancia y respuesta para cubrir Sumatra, Kalimantan, Sulawesi y Papua», señaló James McGrane, Jefe del equipo de la FAO contra la gripe aviar que opera Indonesia.

“No hay espacio para la complacencia: mientras el virus continúe circulando por Indonesia persiste el riesgo para las personas”, señaló McGrane. “Indonesia –añadió- tiene todavía un largo camino por delante antes de vencer al virus H5N1, pero el país ha dado un gran paso adelante al promover el sistema de vigilancia y respuesta ante la enfermad en las aldeas. Se trata de una estrategia que otros países afectados podrían considerar”.

“Trabajar con las comunidades locales no solo nos proporciona información crucial sobre cómo se propaga la enfermedad, si no que también moviliza a las comunidades afectadas para luchar contra la enfermedad en Indonesia”, concluyó McGrane.

FAO

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