El objetivo final del proyecto es «caracterizar las distintas variedades tradicionales valencianas, incluso llegando a su identificación molecular, para poder registrarlas con una denominación de origen propia», según precisó la subdirectora del Comav, María José Díez.
A su juicio, «poder crear las denominaciones de origen, como hacen ya otras comunidades autónomas con sus productos, sería beneficioso para el consumidor y también para el agricultor, puesto que se evitarían fraudes y confusiones, y se le podría proteger legalmente, al tener totalmente identificadas y registradas las características que debe tener cada uno de estos productos hortícolas».
Para llevar a cabo esta investigación, se están tomando muestras del propio banco de germoplasma de semillas del Comav, además de la recolección de semillas a través de los propios agricultores. Cada variedad es estudiada de manera «minuciosa para analizar características como la morfología y la calidad organoléptica y nutricional de cada una de ellas», apuntó Díez. De esta manera, una vez finalizado el proyecto, los productos de la huerta valenciana podrán estar identificados, registrados y protegidos.
Europa Press