La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha ha procedido a la inmovilización de una explotación porcina, ubicada en el municipio conquense de Talayuelas, ante la aparición de un brote sospechoso de peste porcina clásica (PPC). Esta explotación, que cuenta con 850 animales, forma parte de una integradora de ganado porcino.
Ante esta sospecha, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha adoptado las siguientes medidas informativas y preventivas: comunicación de la situación al subdelegado del Gobierno en Cuenca, con el fin de contar con la colaboración de la Guardia Civil para establecer la zona de vigilancia y el control de vehículos y personas y comunicación continua con el Ministerio de Agricultura, alcaldes de la zona afectada, presidentes de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS) y con las organizaciones profesionales agrarias de Cuenca.
En cuanto a las medidas de carácter sanitario animal, la Consejería ha procedido a la inmovilización de la explotación afectada, a la prohibición de salida de animales en el paraje “El Pinarejo” y restricción de la entrada de personas y vehículos; al establecimiento de una zona de protección, que abarca a todas las explotaciones de Talayuelas; y, por último, se ha iniciado el sacrificio de los animales de la explotación afectada.
Hasta el día de hoy y tras la aparición del primer foco de PPC en Soses (Lleida), se han confirmado ya en España un total de dieciséis focos, catorce en la Comunidad Autónoma de Cataluña y dos en la Comunidad Valenciana. En estos momentos y debido a esta enfermedad declarada en España, hay inmovilizados aproximadamente 1.200.000 cabezas de porcino.
Por último, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente quiere recordar que la peste porcina clásica es una enfermedad estrictamente ganadera, que en ningún caso afecta a la salud de las personas, aunque sí ocasiona un grave perjuicio económico a los ganaderos afectados.
JCCM