La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), muestra su inquietud ante la posibilidad de que, con el nuevo Estatuto de Asociación Avanzado, la agricultura marroquí puede acceder a los mismos fondos comunitarios que la de nuestro país. La UE y Marruecos suscribieron ayer en el marco del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores un Estatuto Avanzado que establece una estructura de relaciones diferente con un país tercero, por primera vez, en la política comunitaria de vecindad.
Los términos del acuerdo recogen, entre otros aspectos, la integración progresiva de Marruecos en diversas políticas sectoriales de la UE, como podría ser la Política Agraria Común (PAC). El documento, en su vertiente económica y financiera, se marca como objetivo la puesta en marcha de un espacio económico común caracterizado por una integración progresiva de la economía marroquí en la de la UE. Se recoge la aspiración marroquí de poner en marcha un «mecanismo conjunto» para elaborar un repertorio de disposiciones legislativas y reglamentarias con el objetivo de integrarse en el mercado interior de la UE.
Asimismo, la hoja de ruta establecida insta a establecer un acuerdo de libre comercio global y ambicioso que permita la libre circulación de mercancías, situación que puede poner en serio riesgo la viabilidad nuestras explotaciones familiares, especialmente las hortofrutícolas. En este sentido, es indispensable que nuestro Gobierno se posicione de forma contundente en contra de unos acuerdos que pueden asentar el golpe definitivo a la competencia de las frutas y hortalizas españolas, cuyos costes de producción son muy superiores a los de países como Marruecos, en donde las garantías sociales y laborales de los trabajadores son todavía accesorias y las exigencias medioambientales a la hora de producir menores que en el territorio comunitario.
Efecto dominó
Mientras tanto, de forma paralela, las negociaciones entre la UE y los países terceros euro mediterráneos para la renovación de los acuerdos comerciales prosiguen y la conclusión de la revisión del acuerdo con Marruecos se espera para el último trimestre del año. El país alauita pretende una liberalización prácticamente total de sus intercambios comerciales con Europa por lo que, de alcanzarse un acuerdo en estas condiciones, COAG teme que el resto de países de la ribera sur del Mediterráneo con convenios de asociación en vigor como Israel, Túnez o Argelia, pretendan concesiones similares, algo que empeoraría aún más la situación en Europa.
COAG