Inspección Pesquera y Guardia Civil incautaron unos 41.000 kilos de inmaduros entre enero y octubre

Los servicios de Inspección Pesquera de la Consejería de Agricultura y Pesca y efectivos de la Guardia Civil han incautado 40.700 kilos de pescado inmaduro en las lonjas y puertos andaluces durante los diez primeros meses del año. De esta cantidad, más del 56% (22.795 kilos) correspondió a actuaciones desarrolladas por Inspección Pesquera; mientras que el resto (18.000 kilos) se incautó de forma conjunta entre este departamento y la Guardia Civil.



Por especies, la chirla y la merluza acapararon el 71% de los decomisos, con 14.275 y 10.625 kilos, respectivamente. A continuación, se situaron el boquerón, con 5.942 kilos; cañaílla (2.715 kilos) y almeja (1.210 kilos). Además, se decomisaron inmaduros en las lonjas y mercados andaluces de lenguado (1.105 kilos) y pez espada (798 kilos), entre otras especies.



La provincia andaluza en la que se registró un mayor volumen de decomisos durante los primeros diez meses del año fue Huelva, donde las actuaciones alcanzaron los 11.835 kilos, el 29% del total. En Cádiz se incautaron 9.631 kilos (23%) y en Málaga, cerca de 7.420 kilos (18,3%). En cuanto al resto de las provincias, en Sevilla, Granada, Jaén y Almería se efectuaron 7.344, 2.644, 1.010 y 811 kilos de inmaduros.



Las operaciones realizadas durante los diez primeros meses de este año por la Inspección Pesquera y Guardia Civil supusieron el levantamiento de 315 actas de inspección. Del total, la mayor parte correspondieron a la inspección de embarcaciones; seguidas de las realizadas a los mercados y transportes.



Sistema de vigilancia



Los servicios de inspección pesquera de la Consejería de Agricultura y Pesca realizan sus funciones tanto por mar como por tierra a lo largo de los 800 kilómetros del litoral andaluz, en carreteras y provincias de interior, así como en las 25 lonjas. Para esta labor cuenta con un cuerpo de inspectores y subinspectores de las diferentes delegaciones provinciales litorales.



La captura de inmaduros es una falta administrativa que pone en peligro los recursos y los caladeros y su comercialización supone un fraude contra la calidad y la salud. Para paliar estos efectos, la Consejería ha incrementado sus esfuerzos en labores de control y sensibilización, al tiempo que desarrolla una serie de campañas de sensibilización en diferentes medios de comunicación contra el consumo de inmaduros. Estas actividades se complementa con talleres de trabajo educativos que acercan el problema a los escolares andaluces.

Junta Andalucía

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