Investigadores analizan la presencia de verticilo en el agua de riego de olivar

“Este estudio se impulsó para dar respuesta a las consultas realizadas por el sector olivarero, muy preocupado por los crecientes ataques de verticilosis tanto en plantaciones con olivos centenarios como en nuevas plantaciones establecidas con sistemas de cultivo intensivo en regadío”, según informa la investigadora Dolores Rodríguez.

Los investigadores del centro IFAPA Alameda del Obispo confirman que existe un riesgo de que el agua de riego de olivar se convierta en un vehículo de dispersión de variantes patogénicas del hongo verticilo, tal y como han demostrado en su estudio, de dos años de duración.

Este trabajo se ha basado en el seguimiento temporal de la presencia de Verticilium dahliae en el agua de riego de 33 campos de olivar de Jaén y Sevilla regados con agua subterránea de pozo o agua superficial embalsada de origen en el río Guadalquivir.

Durante el primer año de estudio (2004) se analizaron un total de 120 muestras de 0,5 litros de agua y de ninguna de ellas se aisló Verticilium. dahliae, “debido posiblemente al pequeño volumen de agua analizada”, afirma Rodríguez.

Sin embargo, durante el segundo muestreo, se puso de manifiesto la presencia de propágalos de Verticilo tras el análisis de 80 muestras de 1000 litros de agua de riego recolectadas desde febrero hasta abril del año 2005. El patógeno infestó el agua de riego del 85,7% de los campos prospectados en cada provincia, siendo aislado tanto del agua de los pozos como del agua embalsada de origen en el río Guadalquivir.

Recomendaciones al sector olivarero y comunidades de regantes

“Estos datos deben motivar una razonable preocupación en el sector olivarero andaluz pero no ocasionar una alarma excesiva, que no estará justificada hasta que se demuestre que las poblaciones del hongo que infestan el agua de riego de olivar poseen capacidad para causar enfermedad en éste u otros cultivos huéspedes”, afirma Dolores Rodríguez.

La investigadora destaca que “es importante, en cualquier caso, que el agricultor sea consciente de que debe utilizar todas las medidas preventivas posibles para evitar la infestación del agua de riego”.

Estas recomendaciones pasan por: mantener los pozos y balsas de almacenamiento tapados el máximo tiempo posible para evitar la llegada de partículas de polvo, principalmente cuando dichos pozos y balsas estén situados en un lugar transitado frecuentemente por vehículos o con movimiento de suelo.

También es importante procurar una limpieza exhaustiva de la balsa con productos desinfectantes tras un periodo de desuso; mantener el agua limpia de restos vegetales; y evitar introducir en el agua todo tipo de utensilios (cubos, gomas, etc.., incluidas las botas de los operarios) que contengan suelo o restos de plantas, o en su caso desinfectarlos antes de usarlos.

IFAPA

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