Las leguminosas pueden usar el nitrógeno atmosférico mediante fijación biológica, un proceso limpio y barato, pero muy sensible a la sequía. Los investigadores han comprobado que la fijación de nitrógeno en los nódulos de estas plantas (protuberancias producidas en las raíces por rizobacterias que convierten el nitrógeno del aire en amonio), se reduce drásticamente en condiciones de sequía. La fijación de nitrógeno es un proceso de fertilización natural, donde los microorganismos procesan el nitrógeno atmosférico y lo convierten en amonio, un compuesto que sí asimila el vegetal.
La disminución de la sensibilidad a la fijación de nitrógeno que se produce con el déficit hídrico tiene beneficios económicos y ecológicos, ya que se reduce las necesidades de irrigación y fertilización por nitratos, conceptos claves en la agricultura sostenible del siglo XXI.
Las leguminosas acumulan y transportan el nitrógeno fijado en los nódulos (protuberancias de las raíces) hacia las partes aéreas de las plantas bien en forma de aminoácidos (amidas) o de ureidos. Estos últimos se acumulan en las hojas de algunas leguminosas en condiciones de déficit hídrico e inhiben la fijación del nitrógeno en las raíces.
Según los expertos, lo más sencillo sería suponer que la extrema sensibilidad a la sequía radica en el propio funcionamiento de los nódulos fijadores de nitrógeno. Sin embargo, se ha comprobado recientemente que la degradación de los ureidos, que permite el suministro de nitrógeno para la síntesis de aminoácidos en las partes aéreas de estas plantas, se reduce rápidamente en condiciones de sequía. De ahí se deduce que la acumulación de los ureidos produce una inhibición de la fijación del nitrógeno en los nódulos.
Los expertos han comprobado que algunos cultivares de judía toleran la sequía y mantienen la fijación de nitrógeno mucho mejor que otros. La mejor adaptación a la sequía en estas especies podría deberse a diferencias en las rutas de degradación de ureidos en estas plantas.
Entre los objetivos del proyecto se encuentra el análisis a nivel molecular de las enzimas y genes que se encargan de la degradación de los ureidos en las plantas de judía que toleran mejor la sequía.
Junta de Andalucía