El objetivo de este estudio es múltiple ya que los expertos proponen diferentes programas de aislamiento y selección de microorganismos a partir del proceso de transformación de los residuos agrícolas, los residuos sólidos urbanos y los lodos de depuradoras, que contribuyan a la mejora ambiental. «Hemos considerado estos tres tipos de residuos como fuente de microorganismos debido a que se generan en ingentes cantidades, no sólo a nivel provincial o autonómico sino a nivel nacional e internacional», argumenta Mª Carmen Vargas García, integrante del equipo investigador.
Según Vargas García, “la importancia de descubrir nuevos organismos capaces de degradar los compuestos fitosanitarios residuales se debe a la gran volatilidad y solubilidad en agua que poseen estos productos. Este hecho provoca una gran contaminación ambiental, tanto a nivel de la atmósfera como del suelo, el agua y la salud humana».
Para lograr esta premisa mediante el aislamiento y selección de los microorganismos más adecuados, los científicos siembran los organismos en un medio de cultivo junto con los nutrientes básicos y, como única fuente de carbono, los compuestos fitosanitarios sobre los que se pretende actuar. A continuación, se determina la concentración inicial de estos elementos y tras varios días de incubación se mide la concentración final. De tal forma, los expertos pueden comprobar la capacidad real de los microorganismos seleccionados para transformar y, por tanto, eliminar los compuestos objeto de análisis.
Un sinfín de aplicaciones
Este mismo procedimiento se aplica para la selección de organismos capaces de eliminar metales pesados sustituyendo los compuestos fitosanitarios por diferentes concentraciones de los metales objeto de estudio. En el caso de las especies generadoras de sustancias capaces de regular el crecimiento vegetal, se investiga la presencia de este tipo de moléculas en medios de cultivo líquidos.
Otro de los objetivos propuestos está dirigido a la búsqueda de organismos capaces de degradar los compuestos lignocelulósicos, éstos poseen un alto contenido de materia fermentable, son renovables, abundantes y su utilización desde una perspectiva biológica compromete en menor medida el medio ambiente. Según Vargas García, «pueden considerarse, entre otras aplicaciones, una buena alternativa ante los problemas de seguridad energética, inestabilidad de precios y contaminación asociados con los combustibles derivados del petróleo, aunque es necesario continuar perfeccionando los procesos de transformación para incrementar su grado de competitividad».
Uno de los principales factores que actúa como limitante para su uso, radica en el acceso a los compuestos fermentables (pectina, hemicelulosa y celulosa), tanto por parte de los microorganismos como de las exoenzimas que intervienen en su degradación. En este sentido, el equipo del Dr. Moreno Casco pretende definir un elenco de organismos capaces de acceder a estos compuestos y potenciar la posibilidad de utilización de uno de los compuestos más abundantes y renovables de la tierra como fuente energética.
Nuevos enemigos naturales
No obstante, para determinar enemigos naturales para especies tales como, Pythium, Fusarium, Phytophtora, Xanthomonas, Erwinia y Pseudomonas, de potencial aplicación en la lucha biológica, la metodología empleada varía ligeramente. Para ello, se enfrentan los microorganismos seleccionados con los fitopatógenos y se comprueba si tienen capacidad para inhibir su crecimiento o no. Posteriormente, sobre diferentes cultivos protegidos existentes en la Finca Experimental que el grupo de investigación posee se realizarán los ensayos de campo para comprobar su eficiencia en el medio natural.
Actualmente, la caracterización biológica del proceso está prácticamente finalizada y, durante el presente año, los investigadores se ocuparán de determinar las posibles aplicaciones de los microorganismo definidos y ensayar su capacidad en condiciones reales. En palabras de Vargas García; «Hasta la feche, tenemos resultados bastante alentadores en condiciones de laboratorio, especialmente en lo que respecta a la acumulación de metales pesados y la selección de antagonistas biológicos. Ahora tenemos que comprobara su capacidad en condiciones reales».
Este estudio, titulado Caracterización microbiológica y bioquímica de compost y sus extractos líquidos. Aplicaciones ambientales y agronómicas de aislados microbianos se está desarrollando de forma integra en la UAL gracias a una financiación de 108.000 euros otorgada por el antiguo Ministerio de Educación y Ciencia.
La aplicabilidad de este proyecto es eminente ya que su objetivo último consiste en contribuir a la mejora ambiental. Según Vargas García, «además de adquirir nuevos conocimientos, pretendemos contribuir con el desarrollo de nuevos valores y ofrecer una perspectiva alternativa en lo que respecta a la actitud con la que la sociedad actual afronta su relación con el entorno en el se desenvuelve, en la que se incluyan como valores de especial consideración el respeto, la mejora y la conservación del Medio Ambiente y el Patrimonio Natural».
Innova Press