El sistema, que se colocará fundamentalmente en cultivos de hortalizas y viñedos, permitirá recoger información recopilada por los sensores instalados en distintos puntos de un mismo terreno.
Este modelo empleará maquinaria fija y móvil que se geolocaliza a través de GPS. Los sensores proporcionarán información del rendimiento de una cosecha, al tiempo que medirán las variables climáticas del terreno. Según el profesor José Carlos Collado, “este sistema informático recogerá información relativa a la temperatura y humedad del suelo, humedad ambiental, iluminación, medidas anemométricas (viento), y pluviométrica”.
De esta forma, comprobarán cómo afectan las corrientes de aire a las parcelas y los cultivos, variando el ecosistema de la parcela. Además, esta red de sensores contará con dispositivos más complejos “que midan el estado de la planta, la coloración, medidas de ph y conductividad”, detalla Collado.
Una vez recopilados todos estos datos, expertos en agricultura se encargarán de aplicar un modelo agronómico que recoja toda la información y poder así entender los indicadores medidos por los sensores.
Sensores de bajo consumo
Con esta herramienta, compuesta por sensores remotos, sistemas de información geográfica y de posicionamiento global, el agricultor podrá optimizar su toma de decisiones e incorporar los últimos avances técnicos en cultivos propios de la zona, como son las hortalizas y los viñedos del marco de Jerez.
“En estos momentos, estamos construyendo un prototipo y la primera aplicación se pondrá en marcha con el Ayuntamiento de Jerez en una finca de cultivo ecológico. Implantaremos una red de sensores agrícolas de bajo consumo para analizar los datos que obtengan. Será una prueba para comprobar si el sistema es efectivo”, puntualiza José Carlos Collado, uno de los integrantes del grupo.
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