Un estudio llevado a cabo por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en colaboración con el Norwegian Institut for Water Research ha detectado la presencia de polibromodifenil éter (PBDE) en truchas de 11 lagos de alta montaña de Europa y Groenlandia. El descubrimiento se realizó tras analizar muestras de músculo, hígado y grasa de ambos tejidos.
El científico del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales del CSIC Joan Grimalt, director de la investigación, explica que los resultados no son preocupantes dado que las concentraciones son relativamente bajas. El interés científico del trabajo está en que muestra cómo en relativamente pocos años los PBDE se han distribuido a zonas tan remotas como los lagos de alta montaña, precisa Grimalt.
Las muestras analizadas revelan concentraciones medias de 0,1 a 1,3 nanogramos por gramo en hígado (de 2,4 a 40 nanogramos en grasa), y de 0,06 a 0,7 nanogramos por gramo en músculo (de 2,9 a 410 nanogramos por gramo en grasa). Los investigadores aseguran que estos niveles no representan peligro para la salud humana.
Uno de los 11 lagos analizados es el Redon, en el Valle de Arán. En los ejemplares analizados en este lago español se han encontrado niveles bajos: 0,4 nanogramos en hígado (9 nanogramos por grasa) y 0,6 nanogramos en músculo (14 nanogramos en grasa).
Los polibromodifenil éteres (PBDE) son compuestos bromados retardantes de llama que se emplean en la industria y en numerosos componentes para prevenir incendios. Se empezaron a utilizar hace unos años como sustitutos de los más tóxicos PCB y se pueden encontrar en gran variedad de aplicaciones sobre plásticos, textiles, circuitos electrónicos y otros materiales. Su uso está en aumento. De hecho, se estima que entre 1990 y 2000 se pasó de 145.000 a 310.000 toneladas anuales de compuestos bromados.
Entre los resultados del estudio, llama la atención que el lago que presenta las concentraciones más elevadas, hasta 10 veces más que los niveles medios, es el emblemático Lochnagar, en Balmoral (Escocia), situado en tierras propiedad de la familia real británica. Estos resultados han despertado una cierta preocupación en el Reino Unido, dado que el Lochnagar está considerado como uno de los pocos lugares británicos relativamente vírgenes y limpios.
Hasta el momento hay poca información disponible sobre la distribución de los PBDE, así como sobre su degradación y los efectos sobre la salud. En principio se sabe que están lejos de la toxicidad de los PCB. Por eso, trabajos como el que ahora se presenta son de interés para hacer una evaluación de riesgos y legislar en el futuro inmediato sobre estos compuestos, que han sido introducidos en la lista de sustancias peligrosas y de control obligatorio dentro de la nueva Directiva Marco de aguas de la Unión Europea.
ANÁLISIS EN EL RÍO CINCA
En esta misma línea se encuentra otro trabajo realizado por un equipo de científicos del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales de Barcelona (CSIC) y de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Este trabajo, dirigido por el profesor de investigación del CSIC Damiá Barceló, analiza la presencia de PBDE y hexabromociclododecano (HBCD) en peces y sedimentos de cuatro localizaciones del río Cinca.
Las muestras analizadas provienen de las partes más extremas del mencionado río a su paso por Monzón, población muy industrializada. Se han analizado las concentraciones de PBDE y HBCD en el hígado y el músculo de 23 ejemplares de barbos de Graells (pez normalmente no destinado a alimentación) y en los sedimentos del río.
En las muestras de sedimentos se han encontrado concentraciones de PBDE que van de 2 hasta 42 nanogramos por gramo en seco y, en el caso del HBCD, desde niveles no detectables hasta 514 nanogramos por gramo. Más elevadas son las concentraciones en los peces. Se han hallado desde niveles no detectables hasta 446 nanogramos por gramo de PBDE. Y desde niveles no detectables hasta 1.172 nanogramos de HBCD. También se han encontrado otros compuestos bromados de la misma familia, en sedimentos y en peces.
Uno de los resultados que destacan los investigadores es que las concentraciones de los bromados son más elevadas en el tejido muscular de los peces que en el hígado. En los casos de intoxicación aguda, la concentración más elevada de contaminantes se localiza en el hígado. Esto indica que los peces están expuestos de forma constante, de manera que la acumulación de contaminantes en los animales no es tanto una consecuencia de una contaminación puntual, sino que es consecuencia de una bioacumulación en un plazo largo de tiempo
CSIC