En estimaciones de la doctora Irene Bretón, de la Unidad de Nutrición del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, “aproximadamente un 30% de los tumores tienen como base una alimentación deficiente”. Esta correspondencia se hace todavía más reveladora en algunos tipos de cáncer como el de esófago, estómago y colon.
”En general –según indicó la doctora-, la población conoce la existencia de la relación entre alimentación, tipo de vida y cáncer, pero, no somos conscientes de la magnitud de dicha asociación ni nos proponemos realizar cambios nutricionales en ese sentido”.
Antioxidantes y prevención
La doctora Bretón destacó el papel fundamental de los antioxidantes en la prevención del cáncer. Las frutas y las verduras contienen en mayor proporción estos elementos porque son ricos en vitaminas (C y E), carotenoides, minerales y oligoelementos como el selenio o el zinc. Por grupos de alimentos, los que más antioxidantes aportan son los vegetales crucíferos (coliflor), las hortalizas (tomate), cítricos (limón, naranja), las uvas, el ajo, la cebolla y algunas especias como el curry, el té o la soja.
Teniendo en cuenta estas características, la doctora aconseja aumentar nuestra ingesta diaria de frutas y verduras, procurando que sea lo más variada posible. Además de limitar, por otro lado, el consumo de alcohol, de carnes rojas, grasas saturadas y productos ahumados, curados o preparados a altas temperaturas. Para que la prevención sea más efectiva aún, es necesario incrementar el ejercicio físico y evitar el desarrollo de la obesidad. Aunque la doctora Bretón alertó que “utilizar en grandes dosis suplementos antioxidantes, en lugar de prevenir el riesgo de tumores puede favorecerlos”.
Una dieta equilibrada contra el envejecimiento
Por su parte, la doctora Ana Zugasti, de la Unidad de Nutrición del Hospital Virgen del Camino de Pamplona, expuso en su ponencia “Antioxidantes y Envejecimiento”, la capacidad preventiva y terapéutica de los antioxidantes en aspectos fisiológicos, principalmente el envejecimiento. A ese respecto, la doctora Zugasti negó la existencia de fórmulas mágicas para retrasarlo y abogó por una dieta equilibrada y variada, ya que “no existe ningún alimento que contenga todos los nutrientes esenciales”.
En palabras de la doctora Zugasti, “la dieta se distribuirá en 4 ó 5 tomas diarias, evitando el consumo excesivo de grasas saturadas y azúcares refinados y moderando la presencia de alcohol : dos copas de vino al día en hombres y una en mujeres”.
La doctora Julia Álvarez, del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid), moderadora de la mesa, habló del interés científico que han suscitado los antioxidantes, y recordó que “los nutrientes con actividad antioxidante intervienen en varias etapas de la carcinogénesis y de los procesos de degeneración”. Asimismo la doctora Álvarez advirtió que “no se deben recomendar suplementos antioxidantes de forma rutinaria, sin previamente identificar los individuos de riesgo, valorar sus requerimientos y, en caso necesario, corregir las carencias considerando los valores de tolerancia y toxicidad conocidos y recomendados”.
Instituto Tomás Pascual Sanz