A finales de este mes, los 14.000 agricultores que han invocado casos de fuerza mayor sabrán si se les reconocerá o no su situación. A finales de junio o principios de julio, todos los afectados deberían tener una notificación preliminar sobre la cifra del pago único que les correspondería. Después, inevitablemente, se iniciará un período de revisiones sobre casos individuales, con la posibilidad de que nuevamente se reconsideren los expedientes.
Una vez realizadas estas tareas iniciales, se prevé una disminución significativa de la carga de trabajo para el Ministerio. Se estima que los 470.000 solicitantes que participaban en los programas de ayudas del sistema anterior, se reducirán a unos 136.000 bajo el nuevo sistema de pago único.
El Ministerio tiene también que decidir cómo distribuirá la Reserva Nacional. Entre las opciones se maneja la de tomar la media del pago nacional de 260 euros/hectárea como máximo, o dividir al país en base a diferentes opciones (zonas desfavorecidas y no desfavorecidas, zona central y occidental, o por condados).
Posteriormente, también deberá abordarse la cuestión del solapamiento de ayudas, como puede ser el caso de las recibidas en compensación por la reducción de la carga ganadera en base al REPS (Plan de protección del Medio Ambiente Rural) o DUCHAS (Servicio de Protección del Patrimonio Irlandés) y por el nuevo pago único, aunque todo apunta a que los dobles pagos no serán permitidos. Todo esto es muy importante por tres razones. Primero, para saber cómo se van a garantizar unos precios de destete razonables, de tal manera que se mantenga la viabilidad del sector de la vaca nodriza, ya que la supresión de la prima por vaca nodriza, así como la circulación del pago especial para terneros, resta liquidez al régimen global de las vacas nodrizas.
En segundo lugar, por la condicionalidad. No hay duda de que el Sistema de control de movimiento de ganado será utilizado para vincular la carga ganadera con la normativa sobre nitratos. Una unidad de ganado que suponga unos 210 kilos de nitrógeno orgánico por hectárea, constituye, en opinión del sector agrario, un objetivo nacional muy modesto, pero es el mínimo aceptable.
Y, en tercer lugar, por la reforestación. Con el procedimiento de acumulación de derechos que se ha acordado, es difícil ver en la agricultura convencional algo tan atractivo como las primas de forestación libres de impuestos, que se obtienen mediante la supresión del ganado de las tierras reforestadas. El Ministerio debería anunciar lo antes posible qué criterio aplicará a la hora de priorizar estas solicitudes, y qué presupuesto estará disponible a corto plazo.
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