El director general del Agua, Daniel Ballesteros, ha manifestado que “el Gobierno de Castilla-La Mancha no va a oponerse al envío de agua para resolver los problemas de abastecimiento que existan en cualquier territorio, pero el procedimiento que se está siguiendo no es el más correcto”, en relación con la propuesta de un nuevo trasvase de 11,2 hectómetros cúbicos del Júcar a varios municipios de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, en la provincia de Alicante, que finalmente ha sido aprobado por la Junta de Gobierno de Confederación Hidrográfica del Júcar.
En opinión de Ballesteros, “el trasvase que hoy se ha aprobado pretende justificarse basándose en unas necesidades de abastecimiento a diversas poblaciones de la provincia de Alicante y se dice que se hace con carácter de excepcionalidad. No podemos admitir que se diga que es excepcional cuando es el cuarto año que se aprueba un trasvase similar, por lo que estos envíos están dejando de ser excepcionales para convertirse en una tónica habitual, con el problema añadido de que, de año en año, éstos aumentan progresivamente de caudal”.
El responsable regional también ha puesto de manifiesto la posible ilegalidad de esta decisión de trasvase, “ya que no está amparado por el Plan Hidrológico del Júcar”. En todo caso, ha aseverado, “la Junta de Gobierno de la Confederación del Júcar no es el órgano competente para aprobar este envío, ya que su aprobación depende del Gobierno de España”.
Pero, lo más preocupante de estos trasvases es, según Ballesteros, que “ponen de manifiesto el espectacular aumento de los consumos de agua en la costa alicantina, desde Santa Pola hasta Benidorm, como consecuencia de la expansión urbanística de estos municipios debido a la industria turística y el ocio”.
En este sentido, el director general del Agua, ha recordado que, en esta comarca, “antes de aprobar expedientes urbanísticos que supongan incremento en los consumos del agua debe asegurarse la existencia de recursos hidráulicos y no al revés, ponerlos en funcionamiento para forzar la llegada de agua a costa de pedir un trasvase superior”.
El titular del Agua en Castilla-La Mancha ha señalado, asimismo, que “en todo caso, si hay mayores necesidades de agua en la Mancomunidad de Canales del Taibilla, no debe ser el Júcar quien las atienda, sino que deberían satisfacerse a través de un reajuste de las aguas que provienen del Trasvase Tajo-Segura, destinando menos recursos hídricos a regar y más al abastecimiento a las poblaciones”.
Según Ballesteros, “no es de recibo que se le pida un sacrificio al río Júcar, que tiene que atender unas necesidades de abastecimiento y regadíos, además de un caudal ecológico, mientras que los regadíos del trasvase disfrutan de la totalidad del agua que tienen concedida”.
El responsable regional ha asegurado que “en Castilla-La Mancha somos solidarios y responsables con el agua, cediendo parte de nuestros recursos para cubrir las necesidades de quienes lo necesitan y planificando adecuadamente nuestro crecimiento urbanístico de acuerdo a los recursos disponibles”. Por ello, continúa Ballesteros, “exigimos que los demás también sean igualmente responsables y solidarios en el uso de un recurso escaso, como es el agua”.
El director general ha desvelado, asimismo, que ha propuesto a la Junta de Gobierno de la CHJ que no vuelvan a aprobarse estos trasvases, sino que se inste a las administraciones competentes a no aprobar más proyectos urbanísticos en la zona atendida por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla si no existen garantías de abastecimiento”.
Además, ha señalado el titular del Agua, en caso de no ser así, “si siguieran aumentando los consumos de agua en esta zona levantina, habría que conseguir los recursos necesarios a costa de recortar las dotaciones de agua de los regadíos de la zona o de otros usos menos prioritarios”.
JCCM