El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana, ha explicado hoy que la Junta de Extremadura lleva a cabo medidas para proteger el cultivo del tomate con el objetivo de defender los intereses de los productores tradicionales y no los fines de los especuladores que empiezan a cultivar en años de ayudas elevadas y abandonan la producción en campañas más complicadas, como la actual.
En su intervención en la sesión plenaria de la Asamblea de Extremadura, Quintana ha indicado que el descenso del 30% que se ha registrado este año en la cosecha de tomate se debe, precisamente, a que hay productores a los que sólo les interesa cultivar tomate cuando las ayudas son rentables. Según el consejero, este problema viene motivado por la actual OCM (aprobada en el año 2000), según la cual se establecen penalizaciones “perverso” en función de la media de las tres últimas campañas.
En ese sentido, Quintana manifestó en el Parlamento Extremeño que “la Junta apoyará al agricultor que no abandona el cultivo y que invierte en industrias, en maquinarias, en arrendamientos plurianuales, en definitiva, el que genera riqueza”.
Con respecto a la situación actual por la que atraviesa el cultivo y las medidas adoptadas por la Junta de Extremadura, el titular de Agricultura y Medio Ambiente recordó que el año pasado la Administración regional gestionó más de 68 millones de euros en ayudas al tomate procedente de la OCM de Frutas y Hortalizas, programas operativos, línea de primera instalación, planes de mejora, cese anticipado y mantenimiento de las agrupaciones para el tratamiento integrado de la agricultura (ATRIAS).
Además, explicó que todas las acciones que la Junta acordó con las cooperativas y las organizaciones agrarias a principios de este año ya se han cumplido, como son el convenio con la Mesa del Tomate por valor de 675.000 euros, la exención de tasas, el aumento del seguro del tomate hasta el máximo permitido (el 57%), los préstamos ICO y las rebajas fiscales para el presente ejercicio.
A esto hay que sumar una proposición no de ley que aprobó la Asamblea de Extremadura a propuesta del grupo socialista y en la que se recogía, entre otras cosas, medidas para asegurar la renta del agricultor en 2007, resolver el problema de la triangulación, realizar controles a las importaciones o la exención de tasas.
Por último, el consejero explicó que para 2007 se espera que el gran problema del tomate, el comercial, se alivie ya que este año la producción mundial de tomate será de 27 millones de toneladas y el consumo, que no para de crecer, de 31 millones. Esto hará, en palabras de Quintana, que los stock de eliminen y que el precio aumente.
AGRALIA