Durante el mismo, los Ingenieros Agrónomos han puesto de manifiesto su preocupación por el grave problema de erosión de los suelos andaluces, y han hecho pública a la Administración Agraria su propuesta de crear un Servicio de Conservación de Suelos acompañado de una normativa técnica aplicable en función de factores como la pendiente y erodibilidad del suelo; la erosividad de la lluvia y cubierta vegetal, así como, de la dotación de los incentivos adecuados para que los agricultores aborden, en su caso, las obras necesarias.
De otra parte, denuncian cómo ante la escasez de recursos hídricos, las concesiones administrativas de riego, que suponen el 80 por ciento de estos recursos, se otorgan por la Administración Hidráulica sin criterios técnicos adecuados que las justifiquen. Situación que quedaría solventada si las dotaciones de aguas y las instalaciones de riego estuviesen debidamente dimensionadas por este colectivo y se creara la Inspección Técnica de estas instalaciones, como garantía de prevención y reparación.
Asimismo, estos profesionales reclaman a la Administración local y autonómica un mayor protagonismo en el desarrollo de los Planes de Ordenación Rural a fin de que se contemple el uso del suelo agrícola, cada vez más escaso; las condiciones medioambientales y paisajísticas de las construcciones rurales y la red de caminos rurales para el transporte de productos agrarios y de sus medios de producción. También solicitan su intervención en los Planes de Gestión de Residuos Rurales, por lo que proponen la creación de la figura del Ingeniero Agrónomo Municipal.
Por último, en materia agroalimentaria, el colectivo destaca la demanda de alimentos con una calidad y seguridad adecuados, por lo que es necesario la implantación de procedimientos técnicos (sistema de trazabilidad, estudios de puntos críticos y normalización, entre otros) en todas las industrias de elaboración y transformación de alimentos. En este sentido, el Congreso apoya la creación del Registro de Industrias Agroalimentarias, como primer paso hacia la integración de los elementos de control alimentarios y la profesionalización del sector agroindustrial.
Con todo ello, se ha puesto fin a este primer encuentro de profesionales agrónomos que ha servido para estimular la cooperación e intercambio de conocimientos de un sector esencial en una comunidad como Andalucía, paradigma de la agricultura mediterránea y con el mayor potencial agroalimentario de España.
Iberesp.