La agricultura sigue siendo la principal actividad de la población rural, según la FAO

FAO
A pesar de importantes avances hacia la diversificación de las fuentes de ingresos en las familias campesinas, la agricultura continúa siendo la principal actividad de la población rural en los países en desarrollo, según un estudio dado a conocer hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

El estudio, que abarca tres regiones geográficas en el mundo en desarrollo, indica que el 84 por ciento de las familias en el medio rural se dedican a actividades agrícolas, y que este porcentaje alcanza el 99 por ciento en algunos países.

Sin embargo, el informe muestra también que las familias campesinas obtienen una parte importante de sus ingresos de actividades rurales no agrícolas, y que estas son a menudo más lucrativas. La proporción de dinero obtenida por este tipo de actividades varía entre las diferentes regiones y países. En países más desarrollados, como Panamá, el porcentaje de ingresos derivado de actividades rurales no agrícolas es del 75 por ciento, mientras que en países de menor renta, como Nicaragua, el porcentaje es del 28,5 por ciento.

Gran cantidad de datos analizados

El estudio es el resultado preliminar de un proyecto conjunto de la FAO, el Banco Mundial y la American Univerity en Washington DC. El proyecto, conocido como Actividades Generadoras de Ingresos Rurales (RIGA, por sus siglas en inglés), pretende crear una completa base de datos sobre las fuentes de ingresos rurales basada en las encuestas a muestra representativa de familias a nivel nacional. El objetivo último es utilizar los análisis individuales de cada país y los datos cruzados entre países para avanzar en la lucha contra la pobreza y el hambre en estas zonas.

Kostas Stamoulis, de la Dirección de Economía Agrícola y del Desarrollo de la FAO, y uno de los coordinadores del proyecto, aseguró que: “Antes de lanzarse a conclusiones prematuras sobre el papel de la agricultura en los ingresos rurales, es necesario pensar que muchas de las actividades rurales no agrícolas, como por ejemplo los servicios de transporte o la elaboración de alimentos, dependen fuertemente de la agricultura para su existencia y desarrollo. Este estudio supone una novedad, ya que por vez primera las fuentes de ingresos agrícolas y no agrícolas son analizadas en detalle, en gran parte gracias al elevado número de datos a nivel familiar que han sido meticulosamente analizados y ordenados.

Expertos a nivel mundial en el seminario

Los datos sobre la estructura de los ingresos rurales, junto a otros diversos aspectos de la economía rural, son discutidos en un seminario de dos días y medio de duración promovido por la FAO, y que fue inaugurado hoy con el propósito de buscar formas creativas de ayudar a las familias rurales a escapar del hambre y la pobreza.

En el seminario, denominado ¿Mas allá de la agricultura? La promesa de la economía rural para el crecimiento y la reducción de la pobreza, participan destacados especialistas a nivel mundial en el campo de la economía agraria. Entre otras, se debaten cuestiones como la migración, las inversiones públicas en zonas rurales, las cadenas de comercialización y su relación con las economías rurales. En el foro participan representantes de bancos multilaterales de desarrollo, que discutirán las estrategias de sus organismos para el medio rural.

“Al organizar el taller, la FAO busca sensibilizar a la opinión pública sobre la forma en que los recientes cambios y tendencias -como la globalización-, configuran el contexto en el que operan las economías rurales y cuales son las implicaciones para las políticas de reducción de la pobreza rural”, explicó Stamoulis.

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