Antonio Romo indicó que la escuela de pastores se localiza en una finca cedida por la Junta de Castilla y León en la localidad de Gomecello (Salamanca), donde diariamente ya forman a más de veinte jóvenes inmigrantes para que «sepan dirigir» rebaños intensivos y extensivos.
Durante la iniciativa, el monitor enseña a los participantes «todo el proceso de manejo del rebaño, tanto con las formas tradicionales como con las nuevas técnicas».
Antonio Romo destacó que «casi todos» los jóvenes inmigrantes con los que trabajan en la asociación ‘Puente Vida’ carecen de recursos o apoyos familiares y residen en la Casa de Acogida de la Asociación.
En torno al 70% de estos jóvenes de entre 18 y 30 años de edad proceden de Marruecos, Honduras y Senegal, aunque también es «habitual» la llegada de jóvenes desde otros países como Rumanía, Bulgaria, Rusia, Colombia, Bolivia, El Salvador y Argentina.
Además de la escuela de pastores, Antonio Romo y Francisco Buitrago, sacerdotes de la parroquia de Puente Ladrillo (Salamanca) y directores de la Casa de acogida también en Salamanca, enseñan cada año a trabajar las huertas a más de otra docena de inmigrantes.
Su labor, tanto con el pastoreo como con la horticultura, ya ha propiciado los primeros resultados de inserción laboral con contratos a largo plazo para algunos de estos jóvenes, señaló. Otros trabajan «puntualmente» con agricultores de la provincia, en viveros de la comarca de Alba de Tormes, en la recogida de la patata en la zona de La Armuña o en la vendimia en la Sierra.
Antonio Romo subrayó que la capacitación laboral es también un recurso para la inserción social, ya que se relacionan continuamente con españoles y personas de otros países. Este contacto es «especialmente útil» para los jóvenes no hispanohablantes.
Europa Press