En un artículo anterior hablábamos sobre las decorativas plantas trepadoras, imprescindibles en cualquier jardín. Una planta trepadora de flores muy atractivas que florece en primavera es la bignonia. Sus hojas verdes se vuelven de color púrpura durante el invierno. Como muchas otras plantas trepadoras, la bignonia tiene que situarse en un lugar soleado en suelo bien drenado y húmedo. Fácil de cultivar, una vez asentada en el terreno no necesita riego frecuente y es resistente a la sequía. Requiere solo poda de vez en cuando y no tiene apenas plagas o enfermedades. Esta planta se encuentra a menudo creciendo por el tronco de un árbol y puede llegar a trepar grandes alturas.
Cultivada en maceta con una altura de unos 2 metros, la bignonia de Alberola Vivers, lista para trasplantar, es una trepadora muy resistente y llamativa que produce una gran cantidad de flores. Disponible en diferentes colores, rojo, blanco y naranja, la bignonia trepará fácilmente por vallas, porches o muros sin necesidad de soportes. Al plantarla en el jardín hay que proporcionarle mucho espacio ya que es capaz de crecer más de dos metros y medio de ancho.