Este escenario ha sido elegido por los conserveros andaluces de la caballa y la melva para dar a conocer la calidad certificada y las excelencias de sus productos en el mercado nacional e internacional, que han realizado un balance muy positivo de la presencia del Consejo en este certamen.
Esta iniciativa se enmarca dentro de las actividades de promoción organizadas por el Consejo Regulador con el apoyo de la Administración andaluza, a través de la Consejería de Agricultura y Pesca, entre las que destacan las dos campañas de autobús temático que, durante su recorrido por Andalucía, han repartido un total de 83.000 degustaciones de estas conservas artesanales.
El Consejo Regulador
El Consejo Regulador nace por la iniciativa de un grupo de empresarios de la conserva artesanal de Andalucía que, con el apoyo decidido de la Consejería de Agricultura y Pesca, deciden solicitar para estas conservas un distintivo de calidad europeo, la Indicación Geográfica Protegida o IGP, que se corresponde en la reglamentación española con la figura de la Denominación Específica que actualmente ostentan estos productos. Esta Denominación Específica permite que estas conservas sean reconocidas no sólo por su calidad, sino también por su origen geográfico, al pasar a denominarse Caballa de Andalucía y Melva de Andalucía, que son elaboradas por los mismos procesos artesanales con los que lo hacían nuestros antepasados y cuya calidad y excelencia fue reconocida en la antigüedad.
Con la aprobación del Reglamento de las Denominaciones Específicas “Caballa de Andalucía” y “Melva de Andalucía”, estas conservas se convirtieron en el primer producto del sector pesquero andaluz que accede a una Denominación de Origen (IGP) y al reconocimiento del distintivo de calidad europea. Al mismo tiempo, sus condiciones de elaboración artesanales y su alta calidad como producto, le han permitido acogerse al distintivo de la Junta de Andalucía de “Calidad Certificada”. Este sello es una marca creada por la Junta de Andalucía para distinguir lo productos agroalimentarios que tienen un alto estándar de calidad contrastada y verificada.
Además, con la creación de las Denominaciones Específicas de la Caballa de Andalucía y Melva de Andalucía se ha dado un paso muy importante para incrementar la competitividad del sector conservero andaluz, fundamental en la Comunidad por la componente social y económica que gravita sobre esta actividad. Estas industrias contribuyen de forma notable al mantenimiento del empleo en las localidades altamente dependientes de la pesca donde se ubican, como son Ayamonte, Barbate, Isla Cristina, Chiclana y Tarifa. Se estima que las siete empresas que integran el Consejo Regulador, dan trabajo a unas mil personas aproximadamente, la mayoría de ellas mujeres.
Consejo Regulador de Denominaciones especiales