La cabaña de vacuno cae en las Cuencas por falta de relevo generacional en el sector ganadero

Así podría resumirse la evolución del volumen de la cabaña ganadera en las Cuencas en el último año según el informe sobre la agricultura asturiana, correspondiente al bienio 2008-2009 y elaborado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). En el saldo global, las comarcas mineras perdieron en un ejercicio 135 ganaderías y 1.358 cabezas de ganado (1.247 de bovino y 113 de ovino). En concreto, el número de explotaciones ganaderas descendió, al pasar de las 5.090 que había registradas en 2008 a las 4.955 del pasado ejercicio, una bajada motivada principalmente por la caída de las ganaderías de vacuno. De igual manera, el número de cabeza de ganado pasó de las 54.866 de 2008 a las 53.508 del siguiente ejercicio.

Desde el sector se achaca esta tendencia a la baja, que sigue una trayectoria similar a la experimentada en Asturias, a la escasa rentabilidad de las explotaciones ganaderas en la actualidad y a la ausencia de jóvenes que se hagan cargo de las ganaderías y aseguren el relevo generacional. Este último problema está especialmente presente en las Cuencas donde hay relativamente pocos ganaderos a título principal y, en cambio, abundan las pequeñas explotaciones familiares. Así lo explica Francisco Velasco, concejal de Ganadería y Medio Rural de Aller: «Los ganaderos profesionales no son muchos y, en general, aquí la ganadería no está enfocada como negocio a gran escala. Hay mucha gente que tiene ganado por afición, casi por motivos sentimentales, o como complemento de la renta familiar». Y añade: «El problema es que la ganadería actualmente no es una actividad muy rentable y hay dificultades para garantizar el relevo. De hecho, en las Cuencas hay muy pocos jóvenes que se den de alta como agrarios».

En términos similares se expresa Miguel Barbón, concejal de Medio Rural de Laviana. «Las explotaciones tienden a desaparecer o a concentrarse porque la rentabilidad es escasa. Los precios de la carne se estancan o incluso bajan mientras los gastos de producción o el pienso siguen subiendo; aquí tener ganado es casi vocacional porque tampoco disponemos de grandes ganaderías como las que existen en otros concejos», argumenta Barbón, que añade: «Es muy difícil que se produzca el relevo generacional con esas condiciones. Hace falta hacer más atractivas las condiciones de la cría de ganado a los jóvenes, sobre todo en los precios de la carne, para que al menos puedan obtener un salario digno de su actividad».

Por tipo de ganado, el comportamiento de la cabaña bovina de las Cuencas ha sido la que ha experimentado una caída más acusada. En concreto, según los datos de Sadei, el pasado año se contabilizaron 3.312 ganaderías de vacuno, 162 menos que el año anterior. El descenso es igualmente apreciable en el volumen de cabezas, con una caída de 1.247 animales, 40.404 vacas en 2009 frente a las 41.651 censadas en el ejercicio precedente. Mieres, Lena y Aller son, por este orden, los municipios que más cabezas pierden, todos ellos por encima de los 200 animales. Sobrescobio es el único concejo de las Cuencas en el que creció la cabaña de bovino, con 17 vacas más.

Por comarcas es el Caudal que concentra el mayor volumen de reses, con las 9.816 registradas en Aller y las 8.332 de Lena. En la comarca vecina son los concejos del alto Nalón los que cuentan con una cabaña bovina más poblada. De esta manera, las ganaderías de Caso suman 5.297 cabezas y las de Laviana, 4.184, por las 1.563 de Sobrescobio. La práctica totalidad de las explotaciones ganaderas de las Cuencas se dedican al negocio de carne. Sólo pervive una ganadería en Langreo dedicada exclusivamente a la leche. Otra decena tiene usos mixtos.

La evolución de las explotaciones de ganado ovino es más contenida. Aumentó ligeramente el número de ganaderías pero, por el contrario, cayó el volumen de cabezas. De hecho, en un año, se pasó de las 1.315 explotaciones a las 1.342, lo que supone un incremento de 27. El número de cabeza de ovino experimentó, en cambio, un ligero descenso. En el año 2008 había en las comarcas mineras 20.216 ovejas, frente a las 10.216 censadas el pasado ejercicio. El mayor número de ovejas, un total de 3.081, está Laviana, mientras Lena registra 1.582. Langreo y Mieres son los dos siguientes concejos con una mayor cabaña ovina, con más de 1.300 ejemplares en cada caso. Aller y San Martín del Rey Aurelio rondan de cabezas el millar y Caso, el medio millar.

La cabaña de caprino es la que menos cambios experimenta en el último año. De hecho, la cifra de explotaciones se mantiene estable, un total de 301 tanto en 2008 como en 2009. Si se contabiliza un aumento apenas apreciable en el número de cabezas, que crece de las 2.999 de 2008 a las 3.001 del ejercicio siguiente. Laviana, al igual que sucede con la cabaña ovina, concentra el mayor número de cabezas de caprino, más de un tercio del total.

lne

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